A menudo tendemos a pensar, llevados por el paradigma científico en el que vivimos instalados, que la única forma de conocimiento válido, la única que nos puede acercar a la certeza, es la que deriva del uso del método experimental que caracteriza la ciencia. Con ello olvidamos que la imaginación y los sentidos pueden proporcionarnos una nueva forma de conocer, que incluso puede ser fuente de reflexión, de una nueva lucidez. Unimos arte y filosofía en el aula con Gauguin.
Observar atentamente una obra de arte produce un cruce de significados complejos que llena al observador de referentes, algunos personales, otros culturales:
1.- El significado que le otorgó el propio artista a través del título y, en muchos casos, con sus propias palabras en algún catálogo de exposición o correspondencia personal.
2.- El significado que podría darle el contexto histórico en el que la creación sucede.
3.- No menos importante, el significado que le otorga cada nueva mirada, que enriquece de matices y llena de detalles los significados anteriores. Ésta es, sin duda, la grandeza del arte que gana significados – y a veces también los pierde- a lo largo del tiempo y del espacio.
Por eso os quiero proponer una forma de llevar el arte a la clase para estimular la reflexión filosófica.
Arte y filosofía en el aula
El ejercicio está pensado para el Bachillerato. El autor del cuadro que quiero que veamos juntos es de Gauguin. Olvidaremos ahora las características del impresionismo y nos quedaremos sólo con la información que el autor, cansado de una sociedad industrial que le parecía vacía de contenido, decidió volver a la naturaleza y convivir, en el sentido más etimológico del término, con los indígenas de las islas del Océano Pacífico. Como aquél que dice, trasladarse casi fuera del tiempo y del espacio.
Esta propuesta permite, en mi opinión, trabajar diversas habilidades de pensamiento con los alumnos, en particular las relacionadas con el pensamiento críticoy el pensamiento creativo.
Lo primero que debemos plantear a los alumnos, antes de mostrarles el cuadro, es la significatividad del título. ¿Cómo se imaginan un cuadro que lleva por título ¿De dónde venimos, quiénes somos, a dónde vamos?
Tras este diálogo previo, en el que les haremos notar que se encuentran reflejados el pasado, el presente y el futuro, les presentaremos el cuadro por partes e iniciaremos un diálogo con ellos, sobre cada fragmento. Vamos a ver cuáles podrían ser las preguntas pertinentes para poder dialogar en clase y trabajar de forma amena el arte y la filosofía en el aula.
¿De dónde venimos?
En este primer fragmento se contesta la primera pregunta. El docente puede trabajarlo preguntando lo siguiente:
- ¿Por qué el autor ha puesto una estatua azul al fondo? ¿Cuál es el mensaje?
- ¿Qué quieren expresar las tres mujeres que están en primer término? ¿En qué actitudes las presenta? ¿Por qué? Dos van desnudas y una vestida. ¿Por qué?
- ¿Qué quiere decir con el paisaje que circunda la acción?
- ¿Qué contestación daría la imagen a la pregunta «de dónde venimos»?
- ¿Qué os parece que significa la mujer que aparece solitaria al fondo de la escena?
- ¿Qué papel juegan los animales que aparecen en el cuadro?
- ¿Cómo os imagináis las dos partes restantes del cuadro?
¿Quiénes somos?
Pasamos a mostrar el segundo fragmento, que debería contestar la segunda pregunta:
- ¿Qué significa el personaje masculino que aparece tomando una fruta de un árbol?
- Al fondo aparecen unos personajes saliendo de una cueva. ¿Cuál es el sentido de estas apariciones?
- ¿Qué quiere decir el gesto de la persona que nos da la espalda?
- ¿Creéis que ha cambiado el sentido que se le da a la naturaleza en esta parte del cuadro? ¿Por qué?
- En esta parte no aparece ningún animal. ¿Creéis que es importante? ¿Por qué?
- ¿Cómo contestaríais a la pregunta «quiénes somos» con ayuda del cuadro?
- ¿Qué os imagináis qué puede haber en la tercera parte del cuadro?
¿Adónde vamos?
Y finalmente, mostramos el tercer fragmento.
- De nuevo aparecen tres mujeres. ¿Cuál creéis que es su sentido?
- Dos de ellas nos miran a nosotros. ¿Qué quieren decirnos?
- De nuevo aparece un animal en el cuadro. ¿Qué significado podemos darle?
- En primer término aparece un niño. Gauguin, el pintor, perdió un hijo de corta edad. ¿Creéis que se trata de él? ¿Por qué?
- ¿Ocurre algo con el paisaje en esta tercera parte? ¿Por qué?
- ¿Cómo contesta el cuadro a la tercera pregunta?
- ¿Cómo contestáis vosotros a las tres preguntas?
Cuadro completo
Una vez finalizado el diálogo uniendo arte y filosofía en el aula, se invita a los alumnos a trascender el cuadro mediante unas preguntas, en la visión del cuadro completo.
- Si el título no fuera el que es, ¿qué título le pondríais?
- Si tuvierais que ilustrar la portada de un libro con este cuadro, ¿qué libro sería?
- Si tuvierais que poner música a la contemplación del cuadro, ¿cuál elegiríais?
- Si lo colgaseis en una red social, ¿qué comentario harías?
- Si tuvierais que buscar un nuevo contexto temporal, ¿cuándo lo situaríais?
- Si tuvierais que buscar un nuevo contexto espacial, ¿dónde sería?
- Imaginaos que hay que contextualizarlo en el futuro, ¿cómo os lo imaginaríais?
- Si lo tuvierais que relacionar con un poema, ¿cuál elegiríais?
- Si lo tuvierais que relacionar con una película, ¿cuál sería?
- ¿Qué pasaría si el cuadro reflejara un momento de día diferente?
- ¿Cómo lo habría pintado otro pintor, Dalí, pongamos por ejemplo?
- Si tuvierais que pintar otro cuadro que respondiera al mismo título, ¿cómo os lo imaginaríais?
- Si las figuras que aparecen levantaran de repente, ¿qué creéis que dirían?
- Si el cuadro fuera en tres dimensiones, ¿qué elementos ocultos a la vista aparecerían?
Finalmente, se les pediría que elaborasen un breve texto para presentar la obra en una revista y se les daría un ejemplo como el que sigue:
«Esta es nuestra grandeza como hombres y mujeres. Venimos de la vida y vamos a la muerte y entre ambos extremos sólo somos una cuerda movediza extremadamente frágil que busca su sentido en lo que nos hace verdaderamente humanos: la conciencia de que tenemos un tiempo caduco y que esta caducidad nos azuza a encontrar una razón para vivir. Gauguin volvió a la naturaleza, en el remoto océano pacífico, a buscar su buena vida. Y nosotros, ¿qué haremos?»
¿Tienes alguna otra propuesta para unir arte y filosofía en el aula?
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1 Comment
¡Qué estrategia tan valiosa! , utilizar una obra de arte, una parte concreta de la realidad, para conectarnos con algunas de las más grandes preguntas de la humanidad.
¡Muchas gracias por compartirlo!