Decía Aristóteles que nadie querría vivir sin amigos, aun cuando tuviera todos los demás bienes del mundo. Y es que no hay duda de que la amistad es una de las cosas más valiosas y hermosas que podemos encontrar en esta vida. Esto, por supuesto, no les ha pasado por alto a los grandes escritores, que a menudo han hecho de la relación entre dos (o más) amigos el eje de sus obras. Para celebrar el Día del Amigo, que recae según el país en el día 20 o 30 de julio, os proponemos repasar seis autores que nos han dado una gran lección sobre el valor de los buenos amigos.
Amigos en la literatura
La literatura nos ha brindado incontables ejemplos de amigos dignos de figurar en los libros. Algunos de ellos son francamente inolvidables, y hoy nos resultaría difícil imaginar a algunos personajes sin pensar inmediatamente en sus compañeros de aventuras. Para los jóvenes lectores, además, la presencia de esta camaradería entre los protagonistas supone un aliciente añadido a la lectura, pues les permite proyectar su propia experiencia con un sentimiento que conocen muy bien. Por ello, siempre será buena idea sugerirles a niños y jóvenes lecturas en las que el compañerismo esté bien presente.
A continuación os proponemos una selección de algunas de nuestras amistades literarias favoritas y las razones por la que nos cautivan.
Tom Sawyer y Huckleberry Finn
Estos pícaros y entrañables personajes, creados por Mark Twain, son los protagonistas de un buen número de aventuras. Sea navegando el Misisipi, engañando a los chicos del pueblo para que pinten una valla por ellos o bien presenciando su propio funeral, Tom Sawyer y Huckleberry Finn encuentran siempre la manera de realizar una nueva e imaginativa travesura. Los dos amigos, inseparables, forman parte sin lugar a dudas del imaginario literario popular, especialmente dentro de la literatura juvenil, aunque sus aventuras se leen gozosamente a cualquier edad.
¿Por qué nos encantan? Tom Sawyer es el chico más inteligente y astuto del pueblo, y un líder nato. Huckleberry Finn, a pesar de su procedencia, que le dificulta encajar socialmente, es un chico inocente, libre de prejuicios y con una instintiva inclinación hacia lo que está bien. Pero es únicamente cuando están juntos que nace la chispa y surgen las mejores aventuras. Sus peripecias por los territorios del sur de América los convierten no solo en dos personajes literarios perfectos, sino también en un símbolo maravilloso de una vida libre más allá de los prejuicios sociales y de las convenciones.
Sherlock Holmes y Watson
¡Sin duda alguna, el brillante detective privado Sherlock Holmes y su fiel amigo John Watson son dos personajes que no podían faltar en esta lista! ¿En cuántas aventuras no acompañó Watson a su compañero, arriesgando algunas veces incluso su propia vida? Arthur Conan Doyle tuvo la gran habilidad de hacernos ver y conocer a Sherlock Holmes a través de los ojos de Watson, con toda la admiración que este le profesa, hasta tal punto que ambos personajes han quedado inextricablemente unidos en la cultura popular.
¿Por qué nos encantan? Como en las mejores ficciones protagonizadas por amigos, el Doctor Watson es el contrapunto perfecto a Sherlock Holmes, y es también, en cierto sentido, el personaje que da sentido a las aventuras de su amigo: él es quien recoge y narra las hazañas de Holmes, y quien lo acompaña en la mayoría de sus casos. Con él compartimos por supuesto nuestra admiración por el genial detective. Sherlock Holmes es probablemente el personaje que querríamos ser (aunque el médico y narrador no deja de señalar sus defectos), mientras que Watson es el personaje que somos. ¡Es una fórmula literaria perfecta!
Mary, Dickon, Colin y su “jardín secreto”
El jardín secreto es una obra de la británica Frances Hodgson Burnett publicada entre 1910 y 1911 y que enseguida se convirtió en un clásico indiscutible de la literatura infantil, cautivando a generaciones y generaciones de lectores. En ella, la pequeña Mary, tras quedarse huérfana durante una epidemia del cólera, es acogida por su severo y malhumorado tío en una lúgubre y triste mansión. Ahí, la huraña Mary conoce a su primo Colin –un chico inválido y malcriado cuya existencia desconocía– y al joven Dickon, un simpático niño pastor capaz de hablar con los animales. La melancolía de la mansión y de los dos primos irá desapareciendo cuando los tres amigos descubran un misteriós jardín secreto rezumante de belleza, que les devolverá la ilusión por la vida, y de esta manera haciendo regresar la alegría y el buen humor a la casa.
¿Por qué nos encanta? El jardín secreto es un hermoso canto a la amistad y a la vida. El jardín de la historia se convertirá para Mary, Colin y Dickon en un lugar de crecimiento que sacará lo mejor de ellos, y que al mismo tiempo les ofrecerá algunas de las más bonitas experiencias de su infancia. La amistad demostrará además ser un fantástico motor para superar obstáculos que parecían insalvables y para transformar a los protagonistas en mejores personas. En este sentido, pocos libros han reflejado mejor que este el sentido de la verdadera amistad.
Robbie y Sally: amistades robóticas
“Robbie” y “Sally” son dos relatos de ciencia ficción escritos por Isaac Asimov y que forman parte de la denominada “Serie de los robots”. “Robbie” es un robot programado para cuidar y jugar con una niña llamada Gloria. Sin embargo, la madre de Gloria convencerá a su marido para deshacerse del robot, que, según dice, está pasado de moda y además podría estropearse y hacer daño a la niña. Pero la separación provocará la depresión de Gloria, y solo un futuro reencuentro con Robbie podrá devolverle la alegría y demostrar a todos el gran valor del robot.
Por su parte, “Sally” es el nombre de uno de los coches con cerebro positrónico que viven en la granja para coches retirados gestionada por Jake Folkers. Cuando un empresario sin escrúpulos intenta coaccionar a Jake para que le entregue algunos de sus coches, los vehículos automáticos reaccionarán para salvar a su cuidador y expulsar a los intrusos, revelando una inteligencia más refinada de lo que el propio Jake había pensado.
¿Por qué nos encantan? Ambos cuentos se pueden leer como una interesante reflexión sobre la amistad más allá de los prejuicios, e igual que la mayoría de obras de ciencia ficción, suscita cuestiones sugerentes: ¿puede la inteligencia artificial convenientemente programada sustituir un amigo de carne y huesos? ¿Podría una amistad de este tipo llegar a perjudicarnos o a resultar peligrosa, o sería por el contrario puramente beneficiosa? Las conclusiones de ambas historias apuntan hacia direcciones opuestas, de manera que una lectura comparada puede dar lugar a un interesante debate en clase.
Los tres mosqueteros y d’Artagnan
Otro clásico inolvidable de la literatura de amistades es Los tres mosqueteros, de Alexandre Dumas. Aunque la relación entre los tres amigos Athos, Porthos y Aramis, mosqueteros que dan el nombre al libro, y el joven espadachín d’Artagnan empieza de manera un tanto accidentada, con un duelo a espada, pronto los tres mosqueteros aperciben la inteligencia, la nobleza y el coraje de d’Artagnan y lo aceptan como amigo. Durante una trama llena de aventuras, de intrigas cortesanas y de traiciones, el audaz D’Artagnan asumirá en gran medida el liderazgo del grupo, lo cual no será óbice para que sus amigos, bastante mayores que él, lo vean y traten con el cariño y el cuidado de a un protegido.
¿Por qué nos encanta? El archifamoso lema de los mosqueteros, “Todos para uno, y uno para todos”, recoge la esencia más íntima de la amistad: apoyarse, ayudarse, entregarse al otro sin esperar nada a cambio, sabiendo que, cuando tú lo necesites, tus amigos también estarán ahí por ti.
Quijote y Sancho
Por supuesto, si hablamos de amigos en la literatura, no podemos acabar sin mencionar la extraordinaria pareja de personajes creada por Miguel de Cervantes. Todos tenemos sus figuras contrastadas en la cabeza: Don Quijote, alto y delgado, en su caballo Rocinante y, a su lado, el rechoncho escudero Sancho Panza, que cabalga el asno Rucio. La relación entre ambos nace de manera bastante fortuita cuando Sancho se deja seducir por la promesa de una ínsula a gobernar a cambio de su ayuda como escudero, pero pronto vemos nacer entre ellos un sentimiento de auténtica estima que se va reforzando a lo largo de las numerosas aventuras que vivirán juntos.
¿Por qué nos encantan? Sancho Panza encarna a lo largo del libro el amigo perfecto para Don Quijote. Fiel, atento, siempre dispuesto a ayudar, pero al mismo tiempo capaz de discutir con su amigo cuando no ve las cosas claras (aunque Don Quijote acabe siempre saliéndose con la suya). Como en el caso de las mejores amistades, el carácter de Sancho complementa el de don Quijote y viceversa, si bien a partir de cierto punto (como suele suceder también en la vida real) las actitudes de cada uno de ellos acaban contagiándose al otro. Y aun cuando en algún momento las esperanzas de Sancho de llegar a gobernar la prometida ínsula flaquean, el simpático acompañante nunca vacila en quedarse junto al hidalgo y cuidarse de él (dentro de lo posible). Por su parte, Sancho saca lo mejor de Don Quijote, y así vemos en el Caballero de la Triste Figura virtudes como la generosidad, la paciencia o la cortesía y la buena fe. Y así se da, por ejemplo, que aun siendo supuestamente Don Quijote y Sancho amo y escudero, la relación que se establece entre ambos, sin embargo, no es en ningún caso vertical, sino una bella historia de amistad.
Esta es nuestra propuesta de amistades literarias. Y a ti, ¿se te ocurren otros grandes amigos de la literatura? ¿Cuáles pondrías en esta lista? ¡Nos encantará leerlo en los comentarios!
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