La secuencia didáctica en la enseñanza online

Estamos ante un nuevo paradigma provocado por la covid-19 que ha obligado a dar un paso acelerado de la educación presencial a la educación en línea. Podríamos decir que el prototipo de enseñanza online implica más innovación; sin embargo, esto no se justifica solo por el simple hecho de utilizar más herramientas digitales, o simplemente por comunicarse a distancia; sino en el concepto que tengamos sobre qué es innovación.

Una perspectiva que creo que es fundamental es considerarla como el desarrollo de la práctica docente para formar a los estudiantes en los aprendizajes que necesitan acordes con la sociedad en que vivimos. Y eso es exactamente lo que la pandemia ha evidenciado. Es decir, en la necesidad imperiosa de innovar está implícito formar y como consecuencia formarse. 

Es importante destacar que con esta nueva situación, en la que se ha tenido que impartir  docencia online en las etapas de secundaria, bachillerato y educación superior se necesita, todavía más, de situaciones que promuevan la enseñanza y el aprendizaje desde planteamientos didácticos, sobre todo si queremos desarrollar aprendizajes significativos.

No podemos obviar que existen variables como: la distancia, la disposición de recursos; como pueden ser los dispositivos adecuados y factores sociales; que no interfieren o  no se visibilizan en tanta medida mientras la docencia es presencial. Además de la necesidad imperiosa  de aprender entre iguales, básica sobre todo en las primeras etapas. 

Sin embargo, me gustaría aprovechar esta oportunidad para mostrar cómo el modelo de enseñanza de secuencias didácticas puede perfectamente integrarse como un tipo de innovación y adecuarse a la enseñanza a distancia, sin renunciar a herramientas digitales o uso de plataformas que faciliten la comunicación en línea.

Las secuencias didácticas están basadas en fundamentos pedagógicos cuyo objetivo es aprender y que estos aprendizajes puedan ser significativos por ser transferibles y productivos; además podemos integrar la evaluación transversal, ya que esta se produce durante las diferentes fases de las que consta.

Se trata de establecer una respuesta a la demanda y preocupación generalizada del profesorado, esto es, la necesidad de integración de los objetivos, contenidos y actividades en un proyecto de trabajo. Es en definitiva, la organización de proyectos en secuencias didácticas (Dolz, 1994). 

Profesora grabándose para una clase online didáctica

Desde los estudios de  didáctica no es una fase nueva, pero observamos que es fácilmente adaptable a la situación actual. Existen diversos modelos, siguiendo el modelo de la Escuela de Ginebra, para denominarla secuencia el módulo de actividades corresponde a un producto lingüístico (oral o escrito) y esta está  constituida en fases.

Una fase de movilización donde se activan los conocimientos previos, se crea un centro de interés y puesta en situación con unos objetivos limitados y explícitos que dan sentido al conjunto de talleres. Podemos obtener productos individuales o grupales que nos ayudan a conocer de dónde partimos; una fase de desarrollo o conjunto de  talleres que promueven la construcción de significado mediante la reflexión; en este caso actividad metacognitiva, la fase de  producción final y por último, la fase de evaluación final.

Una de las cuestiones por la que considero que son perfectamente compatibles con la enseñanza a distancia, es que  no se trata de dejar de transmitir contenidos sino de enseñar a pensar con, a partir de, y a través de los contenidos. Por lo tanto, hay que transformar los contenidos en tareas; tareas que requieren de varias actividades y que se integran durante el tiempo que planteamos la docencia en línea  dando sentido al objeto proceso de aprendizaje.

En este paradigma a distancia se pueden introducir estas actividades mediante herramientas o plataformas; además el hecho de tener integrada la evaluación en las diferentes fases permite ajustarse a los diferentes procesos y proporcionar el feedback necesario al alumnos.

En definitiva, el uso de la secuencia didáctica puede ser una oportunidad, aunque nos encontremos en contextos no presenciales, para no perder el horizonte de los objetivos e integrar la organización del trabajo de aula a partir de un proyecto que tiene como propósito que el alumnado alcance las competencias mediante el trabajo de los contenidos específicos. Las herramientas seguro que las encontramos y las adaptamos porque la oferta es variada.

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