El desarrollo del pensamiento histórico en los niños de básica primaria es uno de los principales desafíos que afrontan los docentes de Ciencias Sociales. Algunos aspectos propios del pensamiento histórico en edad escolar, como la multicausalidad de los hechos históricos, las diversas versiones acerca del pasado que se encuentran en las fuentes de primer y segundo orden, así como la multiplicidad de intereses y motivaciones de los personajes históricos hacen que la enseñanza de la Historia y en general de las Ciencias Sociales presenten un conjunto de particularidades que la convierten en un asunto complejo.
Algunos investigadores han negado la posibilidad de que los niños que se ubican en este nivel educativo puedan adelantar procesos investigativos inspirados en las actividades profesionales de los historiadores, desarrollando así algunos elementos del pensamiento histórico. Según estos planeamientos, la enseñanza de las Ciencias Sociales en la Educación Básica Primaria debe limitarse a temas relacionados con el contexto inmediato del niño y su familia, así como a elementos vinculados con su contexto local y regional.
Sin embargo, Hillary Cooper, doctora en Filosofía del Pensamiento Histórico de los Niños de la Universidad de Londres, no comparte esta posición. En su artículo How Can We Plan for Progression in Primary School History?, publicado en el número 52 de la Revista de Estudios Sociales de la Universidad de los Andes, Cooper afirma que, partiendo de las teorías constructivistas del aprendizaje, es posible que los niños de la escuela primaria comprendan los conceptos de tiempo, utilicen fuentes históricas y propongan interpretaciones acerca de los procesos sociales.
De acuerdo con Cooper, para que los niños de las escuelas primarias puedan desarrollar sus conceptos de tiempo y avancen en la comprensión de la Historia, deben contar con seis elementos fundamentales:
- manejo de la cronología y la secuencia temporal, clasificando acontecimientos históricos que ocurrieron antes o después
- vocabulario temporal, organizando sus rutinas diarias cronológicamente y utilizando términos como ayer, hoy y mañana
- identificación de similitudes y diferencias entre periodos históricos, explorando diversas características kinestésicamente, mediante artefactos o visitas a lugares históricos; iconográficamente, a través de imágenes o modelos de objetos históricos; y simbólicamente, por medio de historias, rimas y tradiciones orales
- comprensión de las causas y los efectos de los cambios históricos, distinguiendo entre causas de las acciones y razones de los resultados, así como entre diversas causas de un hecho histórico
- identificación de las motivaciones que generan versiones de la Historia, reconstruyendo una historia a partir de diversos puntos de vista
- caracterización de las diferencias sociales y culturales, escuchando las historias de los adultos pertenecientes a diversas generaciones
A través de una revisión sistemática de las investigaciones más recientes sobre el desarrollo del pensamiento histórico en niños de la escuela primaria, la doctora Cooper sugiere un conjunto de estrategias que pueden contribuir al avance de los estudiantes en el desarrollo de las habilidades asociadas con el tiempo histórico, que permiten que los niños desarrollen su comprensión sobre el tiempo y la historia. Algunas de estas estrategias son:
- los estudios de caso
- el trabajo cooperativo
- las actividades de discusión con final abierto
- las estrategias multisensoriales
- el manejo de fuentes históricas como objetos, textos, pinturas o fotografías y mapas
- las visitas a lugares como monumentos o museos
Sin embargo, para lograr que los estudiantes logren avanzar en su pensamiento histórico, la planeación y la evaluación se convierten en herramientas fundamentales para los docentes. De acuerdo con esto, Cooper propone una planeación basada en cuatro pasos fundamentales:
- una planeación a corto plazo, en la que los objetivos sean precisos y estén asociados con los logros previos
- un conjunto de actividades, que estén relacionadas directamente con los objetivos y que utilicen diversas habilidades
- una evaluación, que esté involucrada al interior de cada lección a través de diversos instrumentos
- el registro de los logros alcanzados por los niños, que serán la base de la siguiente planeación.
Investigaciones como la liderada por la doctora Cooper se convierten en un aporte fundamental para que los docentes de Ciencias Sociales puedan elaborar planeaciones de clase que permitan el avance significativo del pensamiento histórico, aspecto fundamental para el aprendizaje de las Ciencias Sociales, con el fin de que los estudiantes puedan utilizar sus conocimientos para comprender su contexto, así como el mundo que los rodea.
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