Como ya sabréis por artículos anteriores, soy una enamorada de Twitter y una ferviente defensora de sus posibilidades educativas, sobre todo pensando en la comunidad docente. Y aunque es verdad que tiene una función terapéutica de desahogo, como si de un campo de fútbol se tratase, pudiéndose llegar a escuchar lo peor de lo peor, yo intento quedarme siempre con su lado constructivo, aunque a veces cueste.
Cuando pensé en escribir este artículo, me parecía que iba a dar mucho que hablar y decidí no echarme toda la responsabilidad sobre mis hombros. Por eso, casi en agosto, lancé una pregunta a mis colegas del #claustrovirtual sobre cuáles son las cualidades de un buen docente y la verdad es que obtuve respuestas muy interesantes y abundantes, a pesar de la época estival.
A continuación ofreceré un resumen que espero que refleje, más que mis ideas al respecto, el compendio de respuestas recibidas de todos los compañeros que se animaron a participar, bien desde la playa o desde la montaña. Puedes ver todas las aportaciones AQUÍ, o dejar alguna nueva si lo deseas.
Supongo que a la hora de pensar en qué cualidades son importantes en un docente, algunos recurrimos, de forma consciente o no, a cómo somos nosotros, a cómo nos gustaría ser, recordamos algún profesor que nos ha marcado o rememoramos experiencias negativas que no queremos reproducir.
La mayoría de las respuestas podríamos agruparlas en dos bloques fundamentales:
–Contenido y metodología – necesidad de dominar el contenido e importancia de explicarlo del modo adecuado. En este apartado incluiríamos las denominadas en la actualidad como soft skills o competencias no cognitivas: capacidad de explicarse, de transmitir, etc.
–Relaciones y emociones – la mayoría de respuestas han ido por estos derroteros, con la inteligencia emocional a la cabeza.
Concretemos un poco más estos resultados twitteros. La mayoría no son aplaudidos de forma unánime, lo que ofrece grandes posibilidades de debate:
-Amor por la docencia. Vocación y amor por los alumnos, otros hablan de respeto. En este sentido lo de la vocación ha dado mucho de qué hablar, otros prefieren hablar de profesionalidad y no aceptan la idea de vocación como algo intrínseco a la profesión docente. Relacionado con todo lo anterior, la paciencia se destaca como una de las cualidades más repetidas por los profesores participantes.
-Para muchos compañeros, los sentimientos, la pasión y la motivación se contagian. Si el profesor está motivado será capaz de motivar a sus alumnos, si está feliz, lo transmitirá, si es una persona emocionalmente equilibrada, sus alumnos tendrán más posibilidades de serlo, etc.
-Se debe recordar que estamos tratando con personas. Ser positivo y confiar en las posibilidades de nuestros alumnos, nunca rendirnos ni dejar que se rindan, pero, al mismo tiempo, no darles todo hecho, retarles, exigirles, poner en valor la cultura del esfuerzo. Hacerles sentir parte del grupo y que se sientan cómodos en clase. Transmitir valores.
-En ese mismo sentido, muchos destacan la relevancia de conectar con ellos, conocer sus gustos, aficiones e intereses. Entender las necesidades de los alumnos y que todos son diferentes entre sí. Debemos intentar llegar a todos y no dejar a ninguno atrás, ni dejar de ofrecer posibilidades de crecer a los que vayan más adelantados. Educación personalizada. Flexibilidad. Igualmente, se subraya que es fundamental una buena comunicación con las familias y conocer el entorno de los estudiantes.
–Importancia de los errores. No solo en el aprendizaje, sino también en la enseñanza. Debemos ser conscientes de que nos equivocamos, de que no lo sabemos todo. Y no pasa nada. Seamos exigentes con nosotros mismos, pero tampoco nos fustiguemos. No debemos tener miedo a equivocarnos y a probar cosas nuevas. Debemos hacer comprender a los alumnos que los errores son parte necesaria del aprendizaje.
-Sin duda, uno de los puntos más controvertidos, uno más, hace referencia a la palabra maldita: innovación. Muchos destacan que el profesor debe ser innovador. Habría que definir qué es un profesor innovador, pues no tiene que ser únicamente el que usa realidad aumentada o gamifica sus contenidos. Se trata de un concepto amplio: un profesor abierto a seguir aprendiendo, capaz de adaptarse al contexto y a los alumnos concretos que tenga en cada ocasión, dispuesto a modificar sus materiales cuando sea necesario. Un profesor con recursos variados que atienda a la diversidad. Mente abierta y capacidad de adaptación, quizás eso sea la innovación.
-Como comentábamos anteriormente, el profesor debe tener un dominio de su materia y una competencia comunicativa bien desarrollada, además de una necesaria cultura general. Debe actualizarse metodológicamente y en relación a su disciplina. Muchos también destacan un imprescindible desarrollo de la competencia digital. Es importante que sea autocrítico y se autoevalúe de forma objetiva. Autoconocimiento: conocer nuestros puntos fuertes y débiles como docentes.
-Debe saber gestionar el grupo y el aula, así como preparar bien las clases y saber planificar, con capacidad de liderazgo, de observación y de análisis. Y sobre todo, saber improvisar. También se ha subrayado la necesidad de que sea un buen compañero con sus colegas, dispuesto a compartir, colaborar, ayudar y a aprender de y con ellos.
-En un plano más humano, otros internautas han destacado: la creatividad, la empatía, el buen humor, la ilusión y la curiosidad. Además, otros aspectos a tener en cuenta son: la responsabilidad, la honestidad, la humildad, el compromiso y el sentido común.
Para ir terminando, te diría: sé tú mismo, mira lo que te funciona y lo que no, intenta mejorar, no dejes de aprender y de sorprenderte. Disfruta con tus alumnos y con tus clases. Busca tu propio camino y si no ves el sendero, vete campo a través. Comparte tus experiencias, buenas y malas, digan lo que digan en Twitter, así aprendemos todos. Gracias.
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