Nuevas metodologías, formas de trabajar y de enseñar para que la educación se adapte mejor a la sociedad actual y futura… Son muchos los cambios que se le exigen al sector educativo. Unos cambios que no se pueden realizar sin tener en cuenta rediseñar el entorno físico, es decir: el aula.
Rediseñar tu aula es importante
El aprendizaje de los más pequeños se realiza principalmente por medio de tres factores o, según la metodología Reggio Emilia, tres Maestros.
- Primer Maestro: Se refiere a todo aquel aprendizaje que comienza a partir de ellos mismos o sus iguales: conocerse a sí mismos, regular sus emociones, relacionarse con otros compañeros, colaborar, comunicar y divertirse juntos.
- Segundo Maestro: Está formado por todo aquello aprendido por medio de los padres, profesores y otros adultos presentes en su día a día. Es aquí donde aprenden las normas y los valores propios de su cultura para desarrollarse como buenos ciudadanos.
- Tercer Maestro: Está compuesto por todo aquel entorno que rodea a los niños y niñas en todo el proceso de aprendizaje y desarrollo. Aunque a priori no es el más evidente, un buen entorno físico es imprescindible para que los otros dos puedan funcionar debidamente.
Aún teniendo esta notable importancia, en este Tercer Maestro cuesta encontrar notables cambios. Pese a que los tiempos ya no son los mismos que hace 50 años, seguimos encontrando la misma estructura en la mayoría de las aulas: habitaciones cuadradas con filas de pupitres orientados hacia la tarima donde se sitúa la mesa del profesor y la pizarra.
Un ejemplo de aula totalmente rompedora es la propuesta de AULO, creada por Pedagogías Invisibles con el fin de crear un espacio alternativo a la aula tradicional (entendida como un espacio que opera desde la verticalidad, la voz única y lo masculino).
Por lo tanto, el aula del siglo XXI tiene que fomentar un entorno productivo en el que los estudiantes puedan desarrollar sus habilidades de una manera más práctica y aplicada. Asimismo, la tendencia creciente en las diversas metodologías educativas actuales es situar en el centro del proceso de aprendizaje al propio estudiante, mientras que el profesorado actúa desde una posición más secundaria, como facilitador y guía en lugar de simple suministrador de conocimientos.
Es por eso que a continuación te exponemos diferentes ejemplos para reestructurar y adaptar tu aula a las nuevas metodologías y necesidades educativas.
¿Cómo rediseñar tu aula?
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Paidocentrismo
Es un concepto propuesto por Comenio en el siglo XVII que se basa en entender al estudiante como centro del proceso educativo en vez de el profesor, destacando la educación por medio de la razón en lugar del castigo.
Partiendo de este concepto, la distribución del espacio se debe rediseñar para que el estudiante tenga más protagonismo. Una de las maneras de hacerlo es dividiendo el espacio en diferentes zonas de aprendizaje.
De esta manera se fomentan las pedagogías activas, se estimula el rendimiento académico de los alumnos y se fomenta también la educación a partir del aprendizaje.
Es importante destacar que muchas de las escuelas que introducen estos cambios espaciales tienen como base educativa el método Montessori.
Algunas zonas que deberían incorporar las aulas son:
- Zona grupal: Es el espacio donde la clase se reúne para realizar actividades de grupo, ya sean lecciones, debates, lecturas… Es la zona más similar a la aula tradicional, la atención de los alumnos se dirige directamente a las palabras del docente aunque en este caso la distribución puede ser variada.
- Zona creativa: Una zona dedicada a que los alumnos puedan crear sus propios contenidos y dejen volar su imaginación y creatividad sin limitaciones, por lo que es imprescindible la incorporación de dispositivos digitales en esta zona.
- Zona colaborativa: Es importante también destinar una zona en la clase para trabajar en grupo y compartir ideas. Una zona relajada y cómoda para que los alumnos se puedan comunicar y cooperar. Esta zona debe estar equipada con sofás, estanterías con libros, recursos digitales i/o otros materiales para fomentar la investigación y el aprendizaje colaborativo.
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Flexibilidad
Al igual que la sociedad que nos rodea, las aulas deben ser flexibles y multifuncionales. Los alumnos tienen que tener la libertad de aprender de acuerdo a sus necesidades o intereses gracias a la distribución de los elementos, por lo que es necesario que el mobiliario sea polivalente y se adapte a las necesidades de las diferentes situaciones de aprendizaje. Un ejemplo que os puede guiar es el mobiliario que fabrica la empresa Mirplay.
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Luz y ambiente saludable
La organización del espacio es sin duda importante, pero existen otros elementos fundamentales para que el clima de aprendizaje mejore, uno de ellos es el uso de luz natural en las aulas. Las aulas deben ser espacios abiertos, energéticos y vivaces, por lo que usar la máxima luz natural posible es altamente recomendable. A su vez, incorporar plantas también ayuda a incrementar este ambiente sano y positivo.
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Tecnológica
Como ya hemos comentado anteriormente, el uso de dispositivos digitales en las aulas actuales y futuras es una realidad. En primer lugar, las nuevas tecnologías están presentes nuestra sociedad, por lo que hay que educar a los más pequeños para que las sepan usar de manera adecuada. Además, es la herramienta perfecta para desarrollar su creatividad e imaginación, y para investigar sobre cualquier tema que les interese y les despierte curiosidad.
Son solo algunos ejemplos. ¿Y tú? ¿Qué cambios has hecho en tu clase? ¡Estaremos encantados de conocerlos!
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