La diferencia nos hace únicos y especiales. El yoga trabaja de forma integral respetando la individualidad de cada uno, de forma que pueda favorecer el aprendizaje de todos los alumnos, también los que tienen necesidades educativas especiales.

Los maestros, los padres y la sociedad en general, tenemos la responsabilidad de fomentar la igualdad de derechos entre las personas.

En el ámbito escolar, vemos que hay una parte del alumnado que necesita una atención especial para poder desarrollar sus capacidades. Y es desde esta perspectiva que un grupo de profesionales especializados en técnicas de yoga en la educación y en técnicas de relajación en el aula, nos dedicamos a investigar cómo el yoga puede favorecer los aprendizajes de los alumnos en general y de los que necesitan una atención especial.

Por otra parte, el hecho de tomar conciencia del propio cuerpo, de trabajar la respiración, la relajación o la atención, promueve en los niños y adolescentes el autocontrol, el desarrollo de habilidades personales, aumenta la autoestima, mejora las relaciones sociales, el equilibrio emocional, reduce el estrés y promueve la capacidad de relajación. A partir de aquí, se puede mejorar la atención y la concentración.

La práctica sistemática del yoga ayuda a superar muchos de los retos que deben afrontar los alumnos con necesidades educativas especiales. Comprender la diversidad, es entender que todos somos iguales y a la vez diferentes y esto nos hace únicos y especiales. La diferencia debe servir para enriquecernos y a la vez, para seguir aprendiendo.

Dar respuesta a las necesidades educativas especiales, requiere una actuación específica que viene dada por factores personales o sociales, relacionados con situaciones diversas: altas capacidades, carencias lingüísticas, de comunicación, discapacidades físicas y psíquicas, sensoriales o trastornos más graves de la personalidad, de la conducta, o del desarrollo.

A parte de las actuaciones que se hacen en los centros educativos, también debemos tener en cuenta la influencia del entorno. Por ello se debe trabajar de forma coordinada con otros sectores como el familiar, con el que es necesario establecer líneas de actuación durante la etapa escolar. Este enfoque holístico prepara al alumno para la vida, trabajando las habilitades sociales, la autoestima, las emociones, la creatividad y su independencia.

 Hace falta tener los recursos necesarios para que todos los alumnos alcancen el desarrollo de sus potencialidades y puedan formar parte de una sociedad más justa. La escuela es un buen lugar para potenciar la convivencia, la solidaridad, la tolerancia y la atención a la diversidad.

Con la aplicación del yoga, que significa unión, podemos contribuir en la construcción de un modelo educativo más amplio que dé respuesta a una serie de  necesidades que tienen algunos alumnos para obtener mejores resultados en relación al aprendizaje y a su desarrollo personal.

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