Leer y dibujar cómic en clase ofrece muchas posibilidades educativas. La comunicación visual ha ido ganando fuerza dentro y fuera de las pantallas para desarrollar ideas abstractas y plantear proyectos concretos. Lo que parece una directa visualización de la imagen oculta muchas capas complejas de significación y de narrativa.

En el proceso de comprender, analizar y producir imágenes, un viejo conocido como el cómic es una herramienta del todo didáctica y contemporánea para fomentar la comunicación visual y la sensibilidad artística.

¿Es el cómic infantil?

Primerísimo primer plano de superhéroes americanos, historietas francobelgas y tebeos han dominado una idea consensuada del cómic. La popularizada lectura del cómic como objeto de culto para mayores o de distracción para niños y niñas ha reducido sus cualidades naturales de abordar la ficción, la poética, el humor o la novela histórica desde un prisma actual y reflexivo. En la apertura del lenguaje del cómic conviven los géneros literarios más instaurados y, a la vez, permite una permeabilidad con la actualidad, sus discursos y las nuevas formas de narrar.

¿Por qué leer y dibujar cómic?

Arte y literatura forman parte del cómic: las imágenes no ilustran el texto sino que participan de la narración, y su secuencialidad exige una lectura de la historia. Leer e ilustrar cómics en el aula permite experimentar con los horizontes del dibujo, la narrativa y las historias desde un formato abierto y fácil de editar.

Las cualidades específicas del lenguaje del cómic incluyen aprendizajes transversales de historia, pensamiento y comunicación visual y escrita. Te proponemos cuatro áreas dónde el cómic es una herramienta idónea para trabajar en el aula.

Niño exclamando con un bocata de cómic dibujado en la pizarra

  • Orden narrativo y expresión plástica

Dibujar cómics ayuda a tomar decisiones sobre el orden del guión y la trama, pensar una lógica de composición espacial y la posibilidad de segmentar en fascículos, que no tienen por qué responder siempre a una temporalidad lineal.

El lenguaje del cómic es una experiencia gráfica. Su flexibilidad en las técnicas y los temas abre imaginarios artísticos y nuevas actitudes plásticas para representar personajes, perspectivas y objetos.  

  • Ambientación y documentación histórica

Una lectura cómoda contiene un trabajo de calidad en los detalles. Esto no implica un dibujo muy elaborado, sino un cuidado en la ambientación para que la historia sea verosímil, ya sea de ciencia-ficción o experimental. De esta forma, la historia no es mimética con la realidad sino que crea sus propias reglas para que cualquier ficción sea posible y el lector se identifique plenamente.

Para conseguirlo, pensar y situar  en un contexto antes de empezar con el dibujo es fundamental. En el proceso de planificación del guión y diseño de vestuarios y escenarios, conviene un previo trabajo de documentación histórica. Así, el cómic permite profundizar en las épocas y los acontecimientos históricos desde el rigor y la curiosidad.

  • Convivencia con otros lenguajes artísticos

El consumo de cómics va más allá de leer ediciones engrapadas. Desde mitad del siglo XX, el cómic ha ganado presencia en otros espacios, especialmente en el cine y el arte más institucional. La producción cinematográfica ha elaborado películas basadas en tramas o técnicas de animación que tienen sus orígenes en el cómic. Además, cualquier película o corto cuenta con guión visual o storyboard en el engranaje de la producción audiovisual. En este sentido, plantear ejercicios de storyboard es una manera de conceptualizar por primera vez el espacio y el tiempo de forma más concreta, a la vez que permite trabajar en equipo.  

En las Segundas Vanguardias, artistas como Roy Lichtenstein o Andy Warhol incluyeron el cómic como uno de los lenguajes comunicativos más representativos del pop-art, gracias a su presencia en la cotidianidad como objeto de consumo popular y su producción masiva y en cadena. De esta forma, el cómic empezó a legitimarse como arte y a exhibirse en museos. Aprender la historia del cómic es también aprender la historia del arte, por su influencia en otros lenguajes, su presencia en instituciones y movimientos de referencia y por su propio valor artístico.

  • Representatividad y humor

A menudo, los personajes más emblemáticos e iconográficos del starsystem no representan a la mayoría y crean subjetividades que no contemplan la diferencia. Más allá de los superhéroes, la horizontalidad de la producción de cómics ha permitido que muchos autores y autoras hayan utilizado el humor como herramienta de contestación fresca e intelectual. Los cómics ofrecen la oportunidad de trabajar tanto identidades estandarizadas como construir otras nuevas, con experiencias y diálogos enmarcados en todo tipo de realidades culturales.

Conocimientos lingüísticos, expresivos y académicos conviven en las historias del cómic. Introducir la lectura o la creación de la narrativa gráfica en el aula es una actividad didáctica y lúdica a la vez que presenta un aprendizaje multidisciplinar.

¿Qué cómics gustan en tu aula? ¡Explícanos tu experiencia y qué ideas han salido en clase!

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