¡Arranca un nuevo curso! Un viaje lleno de retos, esperanzas, desafíos, ilusiones… ¡y nervios! En los primeros días de clase, los nervios son normales en el alumnado y el profesorado. Siempre lo son cuando afrontamos algo nuevo, así es como reacciona nuestro cerebro ante la incertidumbre

Como ya sabrás, cada grupo es diferente, como lo es cada persona, así que aunque tener experiencia docente sea de gran ayuda, en cierto modo estamos empezando de nuevo. Sin abandonar la naturalidad ni dejar de ser tú, en la relación que establezcas con la clase es importante mantener un equilibrio entre la cercanía y los límites, para que los roles estén claros y el ambiente sea bueno desde el principio. 

Echar mano de juegos y dinámicas es una excelente manera de planificar esos primeros días. Haciendo eso reducimos la incertidumbre, alejamos los nervios y nos aseguramos de empezar con buen pie. Una especie de calentamiento previo a una carrera de fondo en la que todos necesitamos grandes dosis de cooperación y paciencia. 

9 propuestas para los primeros días de clase

¡Nuestro pequeño granito de arena! Hemos recogido dinámicas y propuestas diseñadas para distintas etapas educativas. Confiamos que entre ellas encuentres ideas para los primeros días que vas a compartir con tu alumnado.    

  • La maleta misteriosa

Uno de los momentos clave al inicio de curso es tu presentación al grupo; una primera imagen que te ayudará a construir tu rol y relación con el alumnado. Si aún no has hecho tu primera clase o estás en los primeros días, aquí tienes una idea para empezar captando la atención.    

Crearás expectación si llegas al aula con tu maleta. Consiste en escoger tres objetos que te identifiquen y ponerlos en una maleta. Seguidamente, deberás explicar por qué te definen o qué significan para ti. Al finalizar se puede crear una continuidad a lo largo del curso, preguntando a los alumnos si quieren llevarse la maleta a casa para que traigan tres elementos que los caractericen. 

  • Las letras del nombre

Una buena manera de presentar el grupo, si aún no se conocen mucho entre sí, es este fácil y divertido juego. Consiste en descomponer el nombre de los alumnos en sus letras y buscar palabras que empiecen por estas letras. Si el grupo es muy grande, podemos mostrarles el procedimiento con nuestro nombre en la pizarra y posteriormente dividirlos en grupos de 4 o de 5 estudiantes. En función del nivel y la asignatura, es posible también definir el campo semántico o poner las limitaciones que queramos. Pueden ser nombres de animales y plantas, de emplazamientos geográficos, palabras esdrújulas, vocabulario relacionado con la asignatura que estamos impartiendo, etc. Las opciones son innumerables, y ofrecen una magnífica oportunidad de reactivar los conocimientos antes de entrar en materia. 

  • Busca a alguien que… 

Todo un clásico, muy habitual en la enseñanza de lenguas extranjeras, pero que puede adaptarse también para las clases de primaria. Les daremos una hoja a los estudiantes con una lista de condiciones, todas articuladas bajo el epígrafe “Busca a alguien que”. El objetivo es que hablen entre ellos para encontrar a un compañero o una compañera para cada requisito, idealmente sin repetir ningún nombre. Podemos pedirles, por ejemplo, que encuentren a alguien cuyo cumpleaños sea en día impar, a alguien que tenga una mascota, a alguien que haya ido de vacaciones a otra comunidad autónoma, a alguien cuyo color favorito sea el rojo… Es una buena manera de que puedan conocerse un poco mejor y descubrir informaciones interesantes sobre sus compañeros.

  • Verdad/Mentira 

Un reto para ver si de verdad se conocen tan bien. Cada alumno tendrá que escribir cuatro datos sobre él que sean ciertos y uno falso (es importante que no pongan su nombre). Cuando todos estén listos, el docente mezclará todos los papeles anónimos e irá sacando (el docente, un voluntario o cada vez un alumno distinto) uno a uno los papeles. Entre todos tendrán que resolver de quién se trata en cada caso y cual es la mentira.

  • Crucigrama de nombres 

Similar al juego de la “telaraña”, esta actividad de presentación es ideal para aprender los nombres de los compañeros y hacer cohesión. Cada alumno sale a la pizarra y escribe su nombre añadiendolo y enlazándolo con alguna letra de otro nombre que ya se haya escrito, de tal forma que el resultado final será un crucigrama de toda la clase. Se puede aprovechar y explicar alguna cosa más sobre cada uno, cada vez que alguien escriba su nombre. 

  • La ruleta de los nombres

Cada estudiante en una cartulina o papel escribirá su nombre y se lo colocará en algún sitio visible. Se proporcionarán dos o tres minutos para que los alumnos memoricen los nombres de los compañeros. Una vez transcurran esos minutos deberán pasar las tarjetas a la persona de su derecha rápidamente hasta que el docente indique una señal. En ese momento, deberán mirar el nombre de la tarjeta y dársela a la persona correspondiente. Al finalizar, se puede hacer una rueda para comprobar si han acertado. Cuando el grupo es nuevo, una manera divertida de empezar a conocerse.

  • ¿Quién falta? 

Todos los alumnos se distribuirán por el aula. Como docente, les explicas que deben cerrar los ojos y que tocarás la cabeza de una persona que deberá irse de clase silenciosamente. Una vez este alumno se encuentre fuera, los compañeros deberán recordar el nombre de la persona que no está en el aula.

  • A poner orden

Nos ordenamos, ¡que siempre está muy bien tenerlo todo ordenado! Pero este juego requiere otro tipo de ordenación, necesitarás un banco o una línea dibujada en el suelo con tiza o cinta adherente. El juego consiste en dar órdenes para que se ordenen de mayor a menor (edad, altura, alfabéticamente según el nombre o apellido, etc.), sin que nadie se caiga del banco. Para añadirle cierta dificultad se podría hacer sin hablar. ¡En esta dinámica el trabajo cooperativo está asegurado! 

  • ¿Recuerdas mi nombre? 

En esta actividad el grupo se sienta en círculo para poder verse las caras. Se hace una primera vuelta diciendo cada uno su nombre. Seguidamente, tú como docente serás el primero en participar diciendo una característica propia (hobbie, lugar preferido, edad, comida favorita, etc.) y pasarás una pelota a un alumno o alumna diciendo su nombre. El alumno que ha recibido la pelota deberá seguir el mismo proceso y así consecutivamente hasta que todos se hayan presentado. Un juego muy efectivo para los primeros días. 

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