Todos hablan de él desde hace semanas. ChatGPT es la estrella de las conversaciones en distintos ámbitos, también en el sector educativo. Se trata de un bot gratuito de Inteligencia Artificial con el que puedes mantener un diálogo sobre cualquier cuestión, que sorprende por la precisión y soltura de sus respuestas.

Las reacciones a esta nueva herramienta van desde la fascinación por las posibilidades que abre, a la preocupación por los riesgos y las consecuencias que tiene. Hay cierta unanimidad, eso sí, en que no se trata de flor de un día. Es decir, que las herramientas de Inteligencia Artificial como ChatGPT han llegado no sólo para quedarse, sino para seguir evolucionando y aplicarse en distintos ámbitos. 

Puntos clave de ChatGPT

A estas alturas, estés o no familiarizado con la herramienta, seguro que has oído hablar de él. ¿Qué debes saber sobre ChatGPT? Estos son algunos de los puntos clave que resumimos para ti:

  • Se trata de una tecnología de Inteligencia Artificial capaz de responder prácticamente a cualquier petición que se le pide. Por ejemplo, es capaz de redactar un ensayo sobre una temática muy determinada, o elaborar un argumento de ficción. 
  • Su popularidad es incontestable: llegó al millón de usuarios en tan sólo 5 días.
  • ChatGPT 3 de OpenAI es un modelo muy potente, con 175 millones de parámetros.
  • El volumen de estos datos equivale a 570 Gigas de información representados por 300 billones de palabras.
  • A partir de las peticiones y las correcciones de los usuarios va mejorando las respuestas, y nos dicen que todavía está aprendiendo de sus propias respuestas
  • Está en fase de prueba y en abierto disponible para todo el mundo, aunque en Estados Unidos ya hay una modalidad de pago: ChatGPT Plus. A ella se podrá acceder próximamente desde otros países. Incluso han abierto una lista de espera para ello.
  • Solo puede dar información generada hasta antes de 2021, año en que concluyó su entrenamiento

ChatGPT en el futuro de la educación

¿Qué postura tienen los expertos sobre las posibilidades de ChatGPT en la educación? David Casacuberta, profesor de la Universitat Autónoma de Barcelona e investigador acerca de los impactos sociales y cognitivos de las nuevas tecnologías, considera que “estamos exagerando mucho sobre las posibilidades de ChatGPT”. Y eso porque “su capacidad de generar cosas rompedoras o interesantes es cero: al final, es un asistente para saltar la Wikipedia”. El problema clave para Casacuberta es que “no ofrece las referencias” de las respuestas y por lo tanto, sólo es una ayuda y “sirve si sabes del tema”.  

En este sentido, “lo que demuestra ChatGPT es que los sistemas de evaluación son anticuados y no evalúan lo que tendrían que evaluar”. El hecho de que haya superado con éxito pruebas como la Selectividad o exámenes universitarios, sólo es “una demostración de que nuestros sistemas de evaluación son malos, porque un puro sistema de análisis estadístico los puede pasar”. De hecho, como te hemos explicado, el nuevo enfoque evaluativo tiene gran importancia en la LOMLOE. ¿Cómo mejorar esos sistemas? Casacuberta lo tiene claro: “debemos pedir a los estudiantes que apliquen el conocimiento para resolver problemas. Ahí es donde se ve claramente la diferencia entre un humano y ChatGPT”.Robot humanoide pensativo para ilustrar ChatGPT

Por su parte Begoña Gros, docente con una larga trayectoria como investigadora de tecnologías educativas y e-learning, reivindica la moderación y el punto medio entre las dos posturas extremas: por una parte, los tecnófilos que creen que las nuevas tecnologías cambiarán todo por sí mismas; por la otra, los apocalípticos que focalizan su atención en los peligros. Gros sostiene que ChatGPT y la Inteligencia Artificial “nos introduce en muchos desafíos porque estamos hablando de un nivel mucho más elaborado de la información y el conocimiento”.

Al mismo tiempo, nos recuerda que “el desarrollo de la Inteligencia Artificial no es algo nuevo, pero hasta ahora era difícil desarrollar programas que fueran aprendiendo a través del usuario”. El gran volumen de información que todos proporcionamos es lo que lo ha permitido, y todo ello impactará en el aula: “se necesita ajustar la demanda que vamos a hacer a nuestros estudiantes, con el uso de la tecnología. No lo podemos obviar: es una tecnología que está empezando pero que va a desarrollarse”.  

Mercè Pardo es profesora de ESO y Bachillerato y afirma que para no caer en el absurdo, tendremos que “generar los espacios para que alumnos y docentes estemos en contacto con el sentido del aprendizaje”. Por eso, la reflexión ética debe acompañar el desarrollo tecnológico, para que “los humanos decidamos qué sentido tiene la vida, de qué forma queremos vivir, qué queremos aprender, qué queremos hacer con nuestro tiempo… sin esa reflexión, se vuelve preocupante”.

Al mismo tiempo, la profesora Pardo subraya la importancia de que los adolescentes tengan una presencia en todos estos espacios de reflexión ética: “cuando les das la palabra, son lúcidos, tienen las ideas muy claras y son muy conscientes de los límites que quieren poner. Nosotros tenemos que darles los espacios para generar colectivamente las decisiones acerca de cómo queremos usar esas herramientas”.  

El debate está servido y todo indica que será apasionante, porque nos servirá para seguir mejorando los procesos de aprendizaje.

Si te ha resultado interesante, echa un vistazo a ¿Cómo afectará la Inteligencia Artificial a la educación? o a nuestra entrevista a Stephen Downes, experto en las relaciones entre tecnología y aprendizaje.

 

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