¿Por qué la estimulación visual ocupa un lugar de importancia en la educación? Aristóteles escribió que “todos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber. El placer que nos causa las percepciones de nuestros sentidos es una prueba. Nos agradan por sí mismas, independientemente de su utilidad, sobre todo las de la vista”.

La visión es seguramente el sentido más valorado y el ojo uno de los órganos más complejos, teniendo en cuenta su reducido tamaño. Por eso la estimulación visual es tan importante durante los primeros meses. ¡Y es que nacemos con el 5% de la capacidad visual adulta!

Nacemos con la capacidad de ver, claro. Tenemos las estructuras y herramientas básicas, pero tenemos que aprender a utilizarlas de forma adecuada. Y en ese proceso de aprendizaje son cruciales los estímulos que recibe la corteza cerebral.            

Ten en cuenta que el trayecto que siguen las ondas electromagnéticas de la luz hasta ser transformadas en impulsos nerviosos en la retina, y llegar a través del nervio óptico al cerebro donde se les da un sentido, ¡es una larga aventura!

Durante el primer mes, el bebé sólo distingue entre claro y oscuro y la distancia a la que puede percibir objetos no va más allá de los 30 cm. Es ese momento en el que se sienten atraídos por los rostros y el contraste lo perciben en el cabello de su propia madre.   

¡Es el momento de aprender a ver! Una exploración divertidísima del mundo que ocupa la mayor parte de sus vidas durante meses. A partir del segundo mes comienzan a distinguir algún color como el rojo y a seguir los objetos con la cabeza.

Hay que esperar a los cuatro meses para que el bebé reconozca los colores, perciba los relieves y comience a adquirir visión binocular. Una estimulación visual adecuada en esta etapa es crucial tanto para el propio desarrollo como para un diagnóstico precoz.          Mirada de bebé para ilustrar la estimulación visual temprana

Hasta los seis meses tiene lugar un desarrollo importante, y es a esa edad cuando la visión binocular se define y el bebé ya no bizquea, al coordinar la visión con los dos ojos debido a que los músculos rectos han desarrollado flexibilidad.

Cuando cumple el año, la coordinación óculo-manual es mucho mayor, el campo visual se ha ampliado y con estimulación visual adecuada, el desarrollo de su memoria y capacidad para discriminar objetos es elevada.                                    

Además, para entonces ha adquirido más precisión en el cálculo de distancias y es capaz de coger y manipular objetos. Un momento muy interesante, porque el bebé ya gatea, en ocasiones se pone de pie, y su percepción es más elaborada.   

4 beneficios de la estimulación visual          

  • Coordinación motriz… y algo más. 

Utilizar materiales adecuados para una estimulación visual temprana no sólo enseñará a ver y mirar mejor, sino también a desarrollar capacidades físicas que necesitará a lo largo de toda la infancia. Por eso el trabajo de la viso-motricidad influirá en muchas funciones, desde la facilidad para aprender, hasta la capacidad para relacionarse con otros.     

  • Desarrollo del sistema cognitivo

La estimulación visual permitirá que el cerebro reciba los estímulos que necesita para desarrollarse. Con ello, estarás sentando las bases de un buen desarrollo cognitivo, que necesita un contexto que le motive a hacerlo. ¡Las habilidades cognitivas dependen de las experiencias sensoriales que le ofrezcas!       

  • Estimulación por el conocimiento

Por todo lo que te hemos explicado, los materiales recomendados para la estimulación visual durante los primeros meses son aquellos que combinan el blanco, el negros y el rojo. El contraste cromático al que es sensible será una fuente de exploración porque le ofrece el alimento que busca: ¡el descubrimiento del mundo!  

  • Vínculos familiares

La estimulación visual temprana involucra padres, madres y familia en una actividad que el bebé necesita para crecer y desarrollar su capacidad emocional, pero además es un tiempo de calidad, mediante el que se establecerán vínculos sólidos para toda la vida.        

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1 Comment

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    Mikel

    Me dirigo a ustedes ya que estamos preocupados con nuestro bebé de 7 meses. Nos damos cuenta que tumbado nos sonríe, nos sigue con la mirada, interactua con nosotros, pero en la silla y en la posición erguida no nos mira ni nos hace caso. ¿Esto porque puede ser? ¿Tiene alguna relación con que todavía no se pone erguido por si mismo y todavía le cueste estar firme?
    > Gracias por leer este mensaje.
    > Un saludo!

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