Hace poco hablábamos con la docente e investigadora Heike Freire, creadora de la “Pedagogía Verde”, sobre los beneficios y efectos restauradores que ha observado en niños y niñas al recuperar el contacto con la naturaleza en entornos educativos. 

Aunque la crisis sanitaria ha agravado la situación en entornos urbanos, la pérdida de contacto con el entorno natural es una tendencia desde hace décadas, al mismo tiempo que cada vez más estudios confirman la importancia educativa de recuperarlo.      

El biólogo Edward O. Wilson hablaba hace décadas de la biofilia; una hipótesis que basándose en nuestra evolución como especie, explica la necesidad de estar en contacto, como seres vivos, con otros seres vivos como el resto de animales o las plantas.  

Más recientemente, Richard Louv hablaba del “síndrome por déficit de naturaleza” y Frances Ming Kuo lleva tres décadas investigando sobre la relación entre la salud y el entorno y sus efectos sobre el sistema inmunológico.   

El contacto con la vegetación, el agua, los animales y la tierra es una experiencia que no se puede sustituir y tampoco es deseable hacerlo: los beneficios del contacto con la naturaleza son  tanto físicos como psicológicos y además, favorecen la formación de actitudes ecológicas. 

8 beneficios para todos del contacto con la naturaleza 

  • Concentración           

Incluso un paseo por el parque influye en la concentración de las actividades que los niños realizarán después. El contacto con la naturaleza es una herramienta que se está utilizando con éxito en el tratamiento de déficits atencionales debido a que contribuye a regular los niveles de cortisol, una hormona involucrada en el estrés y la actividad cognitiva.

  • Escucha activaNiño con flores del trébol en las manos

Basta conocer trabajos sobre paisajes sonoros naturales para darse cuenta, sin salir de casa, de la experiencia sensorial que nos ofrece el contacto con la naturaleza más allá de lo que podemos ver: debemos callar para disfrutarla. ¡Son muchas las oportunidades que nos ofrece para estimular la escucha!     

  • Disminución de sobrepeso 

Por muchos factores, en entornos urbanos es cada vez más difícil que los niños jueguen al aire libre. Sin embargo, junto a la alimentación, no hay mejor receta para prevenir el sobrepeso que la exposición a entornos naturales que nos empujan a salir del sedentarismo: ese en el que caemos fácilmente en la ciudad.   

  • Refuerzo de vínculos

¿Has intentado charlar en una larga caminata por el bosque? Prueba a hacerlo con los más pequeños y comprobarás cómo los espacios naturales favorecen las conversaciones que no se olvidan, esas que refuerzan los vínculos familiares y que en el día a día nos cuesta mantener.   

  • Salud y reducción de estrés 

En estos días que se habla tanto del sistema inmunológico, hay que recordar que cada año aparecen estudios sobre los efectos positivos sobre la salud de la biodiversidad y el contacto con la naturaleza sobre marcadores inmunológicos o sobre la microbiota intestinal.       

  • Desarrollo motriz    

Nada como la exploración y el contacto con la naturaleza para desarrollar la psicomotricidad, tanto en aspectos como la coordinación óculo-manual como en sentar las bases para la madurez cognitiva y emocional

Especialmente importante a partir de los 7 años, cuando los niños comienzan a desarrollar una representación del propio cuerpo en movimiento; una etapa en la que la exploración del entorno, tan difícil en las ciudades, les ayudará a adquirir autonomía.   

  • Autoestima

El uso de los sentidos y la adquisición de autonomía en la exploración del entorno es la mejor manera de reforzar la autoestima de los niños. Entre otras razones, porque en esa exploración, que comienza con el autoconocimiento, aprenderán que son capaces de intervenir en el medio que les rodea.     

  • Conciencia ambiental

Hemos visto que la naturaleza es nuestra aliada. Por eso, necesitamos formar activistas ambientales como los que recoge Ecohéroes. Vidas en defensa del planeta. En la naturaleza, los más pequeños podrán ser los protagonistas de su proceso de aprendizaje

Un bosque, una montaña o sendero… cualquier espacio nos puede servir para enseñar la fragilidad de los entornos naturales y nuestra obligación de respetarlos.  

Si te ha resultado interesante, no te pierdas la entrevista a Heike Freire y estas 6 actividades en la naturaleza.

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