El último avance de la Inteligencia Artificial (IA) se llama ChatGPT. Es un programa informático con el que podemos conversar. Responde a preguntas, resume información y muchas cosas más. ¿Cómo funciona? ¿Qué es capaz de hacer? ¿Qué impacto tiene?

Qué está pasando

La empresa OpenAI acaba de lanzar ChatGPT, un bot que realiza de forma automática tareas relacionadas con el lenguaje escrito. ¿Cómo? Con entrenamiento. A ChatGPT se le han introducido grandes cantidades de información en forma de texto (8 millones de webs y 50.000 libros y documentos).

A partir de estos modelos, genera una respuesta natural, coherente y exacta. Hace cualquier cosa que se exprese mediante texto: aclara dudas, explica conceptos, reúne información y redacta resúmenes, artículos, recetas e incluso poemas o chistes. Sus algoritmos entienden todas las preguntas.

Se considera uno de los sistemas de IA más capaces, pero tiene sus riesgos. No está conectado a Internet, por lo que no responde sobre actualidad (cuenta con información hasta 2021), y puede cometer errores o dar información inexacta. Una de las mayores preocupaciones es que reproduzca estereotipos (por ejemplo, machistas o racistas) de los textos de los que aprende, lo que podría provocar discriminación.

Sitúate: un poco de Historia

Hasta hace poco, estos robots solo se veían en películas de ciencia ficción. Su origen se remonta al siglo XIX. La matemática Ada Lovelace fue la primera programadora de ordenadores y autora del primer algoritmo de la Historia.

A mediados del siglo XX, Alan Turing introdujo el concepto de algoritmo y sentó las bases de la informática moderna. Sin embargo, el avance más espectacular de la IA se produce en el siglo XXI.

¿Cuál es su impacto?

No se conocen todas las funciones de ChatGPT, pues muchas no han sido descubiertas todavía. Como es una IA, sigue aprendiendo mientras la usamos. Sus límites dependerán de las preguntas que se le hagan y las tareas que se le pidan. Nadie se atreve a pronosticar sus efectos en la educación, la atención sanitaria, el periodismo o la economía.

Sobre todo, se plantean muchas preguntas, tanto sobre sus posibilidades como por sus riesgos. ¿Veremos pronto una IA que iguale la capacidad humana? ¿Destruirá puestos de trabajo? ¿Cómo impactará en el aprendizaje? ¿Nos atrofiará el cerebro?

Se señalan ventajas como que puede ayudar a hacer las tareas, ya que proporciona información e incluso puede dar explicaciones. Además, hay que leer y escribir para comunicarnos con este chatbot. Entre las desventajas está el peligro de copiar las tareas en vez de hacerlas, y que esto no solo sea un problema porque supone un engaño, sino que dificulta el aprendizaje.

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