Siempre es una buena idea organizar visitas al museo con niños. Aunque tienen un origen anterior, la expansión de los museos comenzó en la segunda mitad del XVIII, una época en la que se consolidan los ideales de democratización y acceso público a la cultura.
Hasta hoy siguen siendo espacios magníficos para alimentar la curiosidad y contagiar la pasión por el conocimiento. Es importante, eso sí, que no reduzcas las visitas sólo a una tipología: las temáticas son tan diversas como diversa es la curiosidad humana.
Arte, antropología, arqueología, ciencias naturales, historia… Desde los primeros años el abanico debe ser lo más amplio posible. ¡No existen temas aburridos! De hecho, el museo debe ser un espacio para el placer del descubrimiento.
En definitiva, la divulgación es uno de sus principales objetivos lo que convierte una salida al museo con niños en una de las experiencias educativas más ricas e interesantes que puedes ofrecer.
No siempre ha sido así. El museo tradicional situaba el objeto en el centro y el visitante era un elemento accesorio y secundario. Se puede dividir su evolución hasta hoy en tres grandes etapas:
- Conservar
- Educar
- Dinamizar
Es decir, hasta principios del XX, los museos eran lugares para conservar y clasificar objetos. Después, la sociedad que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial se planteó la necesidad de divulgar y educar utilizándolos como herramienta pedagógica.
Finalmente se han ido consolidando en centros dinamizadores de la vida cultural que procuran popularizar el patrimonio cultural y crear centros de actividades en torno a la temática del museo.
¡Por eso relacionar museos y niños es tan lógico! Los museos no deben ser aquello que eran antes: espacios sagrados a los que se entraba como a un templo, o almacenes donde se depositaban objetos. ¡Deben ser espacios vivos y los niños tienen que acercarse a ellos!
4 propuestas de visitas al museo con niños
En definitiva, una salida al museo con niños tiene grandes beneficios, tanto para ti como para ellos. En las ciudades la oferta suele ser muy amplia y las posibilidades de encontrar actividades son muchas. Nosotros te proponemos cuatro opciones para empezar.
Una buena idea es preparar la visita antes para poder disfrutarla y sacarle el máximo partido. Como sabes en VVKids tenemos libros que te pueden ayudar a hacerlo de forma amena y divertida.
- El alimento de la creatividad
Desde hace años se sabe que el contacto con el lenguaje artístico favorece el pensamiento creativo, un tipo de pensamiento diferente y complementario al lógico, cada vez más necesario y demandado.
¿Qué tipo de museos movilizan más esas habilidades de pensamiento? Los museos de arte contemporáneo: aquellos con obras que generan mayor desconcierto y arrojan una mirada más crítica sobre la realidad.
Los mismos museos son cada vez más conscientes de eso y centros como la Fundació Joan Miró de Barcelona organizan actividades para niños y niñas a partir de 6 meses.
- Ciencia interactiva y sorprendente
Desde hace años los museos de ciencia han ido incorporando instalaciones y actividades divulgativas cada vez más sorprendentes. Por ejemplo, el Eureka Zientzia Museoa de San Sebastián es una excelente opción, especialmente si te acercas a conocer su fabuloso planetario con una cúpula de proyección de 14,5 m. de diámetro que te ofrece una experiencia inmersiva.
Tanto este como otros museos son también una excelente herramienta para sensibilizar a los más jóvenes sobre los desafíos más importantes a los que se enfrenta nuestra planeta, porque suelen organizar sesiones o exposiciones temporales que visualizan esos problemas.
- La fascinación por los dinosaurios
Ya sabes cuánto apasionan los dinosaurios a los más pequeños. Tanto si tienes en casa pequeños paleontólogos como si no han descubierto esa faceta, siempre resulta fascinante una visita a centros como Dinópolis Teruel, la referencia absoluta en este campo que cuenta con reproducciones a tamaño natural.
Prepara tu visita con nuestros libros de dinosaurios para todas las edades. ¡Es una afición que además de impresionar a niños y niñas es excelente para su desarrollo cognitivo!
Como explicábamos al principio, todos los museos deberían de ser para los niños también; es decir, que tuvieran un espacio para albergarles y contagiarles la pasión por el conocimiento.
Sin embargo ir al museo con niños puede ser también una experiencia en la que se encuentren en su mundo desde el primer minuto. ¿Y cuál es su mundo? Exacto: ¡jugar!
Por eso, una opción complementaria a todas las propuestas anteriores es acercarse a centros como el Museo Valenciano del Juguete situado en Ibi (Alicante), dedicado a enseñar la historia de los juguetes y divulgar su inmenso patrimonio.
Un lugar tan divertido como educativo en el que podrás disfrutar tanto como los más pequeños, y una excelente ocasión para reforzar la comunicación y el vínculo con los niños, que aprenderán cómo se divertían los niños de otras épocas.
Hemos utilizado sólo algunos ejemplos para ilustrar las distintas formas de organizar una salida al museo con niños, ¡pero hay muchas más opciones! Seguro que por donde vives conoces alguna propuesta tan interesante como estas. Si es así, ¡compártela con nosotros!
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