Roger Schank

Roger Schank es un teórico estadounidense, doctorado en lingüística por la Universidad de Texas. Fue pionero durante los años 70 y 80 en inteligencia artificial y psicología cognitiva. Roger Schank es uno de los grandes exponentes y promotores de la filosofía “learning by doing”, un sistema de aprendizaje que, como su nombre indica, apuesta por aprender a base de práctica. Además, es director ejecutivo y fundador de la empresa norteamericana Engines for Education. También es presidente y consejero delegado de Socratic Arts, una compañía que ofrece planes de estudio a medida para escuelas y empresas.

Roger Schank nos cuenta que una de sus maestras favoritas fue la Sra. Hoffman. Le nombró “el chico de los recados de la clase”, una tarea a la que, en su momento, no le dio mayor importancia, si bien años más tarde descubrió que aquel encargo tenía un claro objetivo. Su profesora sabía del carácter inquieto de Roger Schank y que era un niño que necesitaba estar en constante movimiento, así que decidió que lo mejor era ponerle tareas para mantenerlo ocupado.

¿Cómo considera que ha evolucionado la educación?

Lamentablemente, la educación no ha cambiado en absoluto. Mi padre nació en 1908 y ya se quejaba de lo estúpida que le parecía la escuela. Desde entonces todo sigue igual: los profesores enseñan a los estudiantes sin escuchar sus necesidades. Por su parte, las administraciones piensan que explicando el contenido del programa educativo ya es suficiente para que  los escolares aprendan algo, y evidentemente no están en lo cierto.

¿Cuál es su idea de una educación perfecta?

Me gustaría recalcar que la educación perfecta no se basa en hacer memorizar un libro a un estudiante y que luego reproduzca lo que recuerda en un examen. Desde mi punto de vista, consiste en dejar que los alumnos pongan su foco de atención en lo que quieran, y aprendan aquello que realmente les interesa. El papel del maestro debe ser única y exclusivamente el de consejero, es decir, tiene que guiar y acompañar durante el proceso de aprendizaje, pero solo cuando realmente sus alumnos lo necesiten.

¿La educación online puede aportar soluciones para cambiar la manera de aprender?

Si se utiliza correctamente, la educación online ofrece muchas oportunidades de aprendizaje. Probar cosas nuevas, aprender haciendo e intercambiar conocimientos con expertos abre un interesante abanico de posibilidades para vivir experiencias. Un ejemplo: imaginémonos a una persona que quiere formarse en ciberseguridad; posiblemente  recurrirá a las mismas herramientas para aprender que utiliza un profesional, por lo que le resultará mucho más sencillo desarrollar las habilidades necesarias para trabajar en este sector.

¿Qué ventajas presenta para los estudiantes el método “learning by doing”?

Lo que realmente importa del método “learning by doing” son las habilidades y conocimientos que adquieren los estudiantes durante el proceso de aprendizaje y que permanecerán durante largo tiempo en su memoria. Si quieres aprender a conducir, el examen teórico te ayudará a conocer algunas de las reglas básicas de circulación que debes respetar, pero no te enseñará a manejar un coche. Para ello, deberás sentarte delante del volante y, a base de práctica, ir adquiriendo experiencia. 

¿Y qué pueden hacer los profesores para promover esta metodología?

Los profesores no tienen poder en el sistema educativo, así que no está en sus manos realizar grandes cambios. Se trata de que los responsables gubernamentales tengan claro que leer y memorizar el contenido de los libros de texto no aportará conocimientos a los estudiantes. Aprenderse las cosas de memoria no contribuye al aprendizaje, incluso en los casos de los estudiantes que obtienen las mejores calificaciones.

¿Cree que con los años podremos llegar al sistema educativo que propone?

No estoy del todo seguro, los gobiernos deberían estar dispuestos a invertir para hacer realidad esta transformación, si bien es cierto que el cambio que hemos vivido durante los meses de pandemia, con la educación online, me ha hecho albergar alguna esperanza. No obstante, durante este periodo tan especial, muchos docentes siguieron muy preocupados por las materias obligatorias que impartían y los exámenes estandarizados que debían aprobar sus alumnos. En muchos casos, perdieron la oportunidad de proponer a los estudiantes experiencias basadas en modelos de educación práctica.

¿Este sistema es adecuado para todos los estudiantes?

Aprender a base de práctica es la única forma de aprendizaje que existe. Es la manera en que lo hacen los animales y también los seres humanos funcionamos de la misma manera. Sin embargo, en la mayoría de las escuelas se insiste en lo que debemos estudiar en cada momento en lugar de dejar que los estudiantes vivan sus propias experiencias y aprendan por sí mismos.

Usted no es partidario de los métodos actuales de evaluación ¿Qué métodos alternativos propone?

Desde mi punto de vista, la pregunta que debemos plantearnos es: ¿por qué tenemos evaluaciones? En gran parte, se debe a que admitir estudiantes en base a unas pruebas de evaluación es mucho más fácil y rápido para los centros educativos que hablar individualmente con cada uno de ellos. A pesar de ello, siempre que sea posible, la evaluación debe basarse en el desempeño del alumno. Si un estudiante es capaz de hacer algo, habrá demostrado que tiene conocimiento sobre una materia en concreto y podrá desarrollar determinadas habilidades. 

Por último, ¿cómo se imagina la educación post pandemia?

No soy demasiado optimista. Me temo que no habrá grandes cambios y que todo seguirá igual. La educación a través de sistemas online puede ganar terreno a la hora de impartir clases, pero incluso así, los profesores seguirán dando conferencias a los estudiantes, en muchos casos a distancia, en vez de cara a cara, lo cual todavía es peor.

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