La percepción del espacio en los más pequeños configura un eje central en su vida, y el mapa resulta ser el mejor remedio para saciar este conocimiento.

Se configura como un recurso interdisciplinario capaz de transmitir contenidos de varias materias de manera clara, esquemática y dinámica; es decir, una herramienta perfecta para usar en clase. 

Esta herramienta educativa nos permite comprender el entorno en que vivimos, formando así alumnos y futuros ciudadanos conscientes del medio que les rodea y conocedores de sus acciones sobre él.

Pero no solo es un formato útil en el ámbito geológico, sino que también se puede trasladar a muchas otras materias. Sus características básicas son las de proporcionar un marco gráfico y esquemático de un tema, facilitando la comprensión y estimulando así el aprendizaje abstracto.

El mapa en clase de geografía  

El mapa geográfico es probablemente el uso más clásico de este formato, ya que resulta básico para ejemplificar y complementar temario como: la distribución en continentes, países y ciudades de la Tierra, los mares y ríos, las rugosidades de la superficie, etc.

Así pues, es una herramienta perfecta para usar en clase, ya que se adecua a la perfección a las necesidades de esta asignatura, proporcionando los conceptos espaciales necesarios para que los alumnos conozcan y valoren su entorno natural, social e histórico

Además, la comprensión de los conceptos abstractos y simbólicos propios de los mapas, ayuda al desarrollo integral y cognitivo de los alumnos. Les proporciona habilidades relacionadas con la motricidad, pensamiento espacial, distancia y velocidad. 

Mapas: una herramienta perfecta para usar en clase

Otros usos del mapa 

A pesar de que el mapa está muy vinculado a la geografía, también se puede trasladar la idea principal y el formato a otras temáticas; es decir, transmitir una determinada información mediante un lenguaje gráfico y esquemático

Este formato visual es de gran utilidad en la hora de comprender conceptos como por ejemplo las diferentes partes que componen el cuerpo de los humanos, de los animales y de las plantas; procesos naturales como por ejemplo el crecimiento de una flor o la metamorfosis de una mariposa…

Es decir, todos los fenómenos que suceden a nuestro alrededor pero que no somos capaces de observar a simple vista, y que por tanto, es necesaria una ejemplificación gráfica y sintética. 

Es decir, el uso de mapas en clase aporta numerosos beneficios; no solo favorece a la comprensión de los conceptos tratados a lo largo del temario, sino que también ayuda a que los alumnos y alumnas aprendan y valoren su entorno social, natural y cultural, siempre conscientes y críticos con aquello que les rodea. 

Mapas: una herramienta perfecta para usar en clase

Es por eso que os proponemos utilizar nuestro Material cartográfico y científico, una recopilación de diferentes tipologías y formatos de mapas, murales y Atlas geográficos, históricos y científicos para complementar e ilustrar cualquier tema tratado a clase.  

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