¡Se acerca el Día Internacional del Yoga! Una celebración promovida por la India y convocada por las Naciones Unidas con muy pocos años de vida -sólo cinco- pero que ya es muy popular, en gran parte gracias a la difusión que ha tenido esta disciplina milenaria en Occidente.
Que se haya elegido el 21 de junio no es una cuestión secundaria: el solsticio de verano (en el Hemisferio Norte) es el día más largo del año y marca una fecha crucial para esta práctica asociada al pensamiento hindú. ¿Por qué? Un punto de inflexión en el calendario y un momento propicio para purificarse.
La última edición se dedicó al fomento de la paz, y como no podía ser de otra manera este año está asociada con la acción climática. Quizás te preguntes: ¿qué tiene ver eso con el Yoga? ¡Pues tiene mucho que ver!
De hecho, la razón de ser del yoga como filosofía práctica es el desarrollo espiritual. Por eso es mucho más que un ejercicio físico o psicológico y es capaz de fomentar valores como el respeto, la empatía o la generosidad.
Yoga quiere decir literalmente “unión”, no tanto que debas “realizar” como sí tomar consciencia de ella. Unión de aquello que en Occidente, por nuestra manera de relacionarnos con la realidad, entendemos separado y a partir de ahí generamos muchas dualidades ilusorias: Sujeto y Objeto, Razón y Emoción, Mente y Cuerpo, Individuo y Universo…
Este Día Internacional del Yoga es, por lo tanto, una oportunidad para aprender a tomar conciencia de lo que nos une a lo que nos rodea. Tomar consciencia de nuestro cuerpo y escucharlo, pero también incorporar los valores y conocimientos de esta doctrina desde los primeros años.
3 Posturas para celebrar el Día Internacional del Yoga
Teniendo en cuenta lo que hemos explicado hasta ahora, quizás creas que los niños y niñas difícilmente pueden acceder a los beneficios del yoga. ¡Nada más alejado de la realidad! Como afirma la especialista en yoga infantil Lorena Pajalunga, los más pequeños captan de una manera inmediata la dimensión simbólica de la práctica corporal.
Esa capacidad intuitiva que en los adultos ya no se da y requiere mayor esfuerzo, hace que las asanas o posturas sean la mejor manera de despertar en niños y niñas el interés por el yoga, y así inculcarles sus conocimientos y valores. ¡Aquí tienes algunos ejemplos!
Las dos primeras son más fáciles y la tercera requiere algo más de práctica. Juega a hacer las posturas en familia: ¡todos pueden experimentar sus beneficios!
- Postura de la vela (Sarvanga-Asana)
“Túmbate en el suelo, a mi lado. Te mostraré cómo puedes transformarte en una vela capaz de desafiar la oscuridad de la noche”.
- Túmbate en el suelo boca arriba y toma aire. Inspira profundamente.
- Expulsa el aire. Con un ligero impulso, levanta la pelvis del suelo y acerca las rodillas, flexionadas, hacia la frente. Utiliza los brazos para sostener el cuerpo por ambos lados.
- Estira las piernas hacia arriba mientras tus manos se apoyan sobre la parte baja de la espalda y la sostienen. Mantén los codos
- Postura del guerrero que reposa (Vajra-Asana)
“Hasta los guerreros más fuertes y valerosos tienen la necesidad de reposar, te lo aseguro”.
- Siéntate sobre los talones.
- Mantén la columna vertebral erguida y apoya las manos sobre las piernas. Cuenta el número de respiraciones que haces mientras permaneces inmóvil.
- Postura del gallo (Kukkut-Asana)
“¡Por fin me toca a mi! Te voy a enseñar una postura que requiere mucho equilibrio y mucha práctica para poder hacerla bien; pero una vez que empieces a dominarla, ¡te sentirás rebosante de confianza y valor!
- Agáchate con los pies bien plantados en el suelo y la pelvis elevada.
- Extiende los dedos y apoya las manos en el suelo; ve desplazando tu peso sobre los brazos, inclinándote un poco hacia adelante.
- Levanta primero un pie y luego el otro y mantén el equilibrio con las manos mientras levantas los pies del suelo.
3 libros para jugar a hacer yoga
Los tres libros de la colección “Juego a relajarme”, escritos por Lorena Pajalunga e ilustrados por Anna Láng, nos han ofrecido los 3 ejemplos de posturas para celebrar el Día Internacional del Yoga.
Un libro con reglas y objetivos de gran valor educativo para hacer yoga jugando, inventando historias con animales y sus divertidas posturas que deben imitar los más pequeños. Un tesoro para el crecimiento emocional.
Posturas de yoga para que las practiquen niños y niñas como un ritual antes de ir a la cama, que les acompañarán en el proceso de relajación y ayudarán a afrontar el momento del sueño con serenidad.
Una manera divertida de prepararse para afrontar el día lleno de confianza. Aquí encontrarás, entre otras, la secuencia completa del “Saludo al sol” (Sury Namaskar): ¡una secuencia 12 posturas para dar la bienvenida al sol y alimentarse de su energía!
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