Agnès Van Zanten es una socióloga educativa nacida en Venezuela, que ha desarrollado sus investigaciones en Francia, donde se ha especializado en analizar las desigualdades educacionales en un sistema, que apunta como elitista. Actualmente, es directora de Investigación en el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), miembro del Observatorio del Cambio Sociológico, del Laboratorio del Institut d’études politiques de París y dirige la colección Educación y Sociedad en Presses Universitaires en Francia.
¿Considera que la educación actual está sujeta a desigualdades?
Este siempre ha sido uno de mis temas principales de investigación en Francia. Es evidente, que actualmente existen desigualdades y, aunque cada país es diferente, mirando los resultados de la encuesta de PISA, podemos darnos cuenta de ello. Muchos estudiantes de clase baja tienen dificultades en las escuelas y no se les ofrece la ayuda que necesitan. Las desigualdades son un fenómeno mundial y, aunque se ha intentado minimizarlas, con actuaciones que facilitan el acceso a la educación secundaria, siguen existiendo.
¿Qué papel juega la escuela a la hora de promover desigualdades?
La escuela es un reflejo de la sociedad, por lo que por sí misma, no puede compensar las desigualdades económicas, culturales y sociales existentes. Todos mis trabajos de investigación muestran que los colegios son mucho más igualitarios, en aquellas sociedades que también lo son. Es evidente, que tienen una cierta responsabilidad, ya que pueden decidir la manera cómo se organizan. Por ejemplo, en países con sistemas que tienen muchas ramificaciones como pueden ser los casos de Alemania o Países Bajos, existen muchas más desigualdades que, en aquellos, que siguen sistemas unitarios. La escuela debe estar comprometida en combatir la desigualdad, pero el peso principal tiene que recaer sobre la sociedad.
¿Cuáles son las ventajas de una educación igualitaria?
Sabemos que una educación igualitaria tiene muchos beneficios, sobre todo individuales. Las escuelas tienen un papel muy importante en la inserción laboral. En Francia, por ejemplo, la titulación tiene mucho valor en el mercado laboral. Es por eso, que muchos jóvenes tratan de conseguir un nivel elevado en su enseñanza, para que les pueda facilitar mejores oportunidades a la hora de encontrar trabajo. Con una educación igualitaria, todos los estudiantes partirían en igualdad de condiciones, al menos, en su primer trabajo.
¿Cómo deben actuar las instituciones para remediar las desigualdades?
Pienso que lo importante es tener políticas escolares con el objetivo de promover la igualdad, y que vayan más allá de una simple declaración de intenciones. En Francia, se habla mucho de propuestas de mejora, pero la realidad es que se materializan pocos cambios. Además, es evidente que existe la segregación escolar, por lo que no solo hay que aplicar los cambios educativos que se plantean, sino que hay que luchar contra la propia segregación y ayudar a los profesores a que puedan progresar, ante las dificultades que se suelen encontrar en su trabajo diario.
¿Qué incidencia tienen los docentes en la desigualdad educativa?
La incidencia va en función de la propia estrategia profesional que adopte cada docente. Su carrera es bastante horizontal, por lo que solo pueden avanzar a medida que van cambiando de centro. Normalmente, los profesores con mayor edad y con más experiencia, se encuentran en colegios más prestigiosos, en cambio, los más jóvenes y menos experimentados, están en escuelas menos reconocidas.
¿De qué manera se puede promover que los profesores con experiencia se queden a trabajar en centros con más dificultades?
El primer paso sería trabajar la formación pedagógica del profesorado. Si un alumno tiene pocas dificultades, la formación no es tan necesaria. En cambio, si nos encontramos con estudiantes con más problemas de aprendizaje, los docentes deben contar con los recursos pedagógicos suficientes para reaccionar y ayudar a sus alumnos. Existen casos de profesores experimentados que prefieren trabajar en escuelas con más dificultades, porque consideran que su trabajo resultará de mayor utilidad. Sin embargo, como he comentado anteriormente, no suele ser muy habitual. Alguna vez se ha intentado poner en práctica políticas que incentivaran el trabajo de profesores en escuelas con mayores dificultades, pero los constantes cambios de gobierno en Francia no facilitan que exista continuidad en las políticas educativas y que se pueda probar la efectividad de algunas medidas.
¿Los padres contribuyen a la segregación escolar?
Durante estos últimos años, parte de mi trabajo, ha consistido en analizar cómo intervienen los padres en la elección de la escuela. Y, es evidente, que contribuyen a fomentar la segregación. Me paré a pensar por qué muchos de ellos insisten tanto y quieren evitar que sus hijos vayan a escuelas con alta concentración de estudiantes de clase baja, y me di cuenta de que, su comportamiento, era muy racional. La mayoría de los padres a los cuales entrevisté me dijeron que cuando se estudia en escuelas con alumnos con dificultades, los otros estudiantes no pueden avanzar a su ritmo, porque el profesorado tiene que prestar mayor atención a los que más les cuesta. Podemos considerar que se muestran preocupados por un posible efecto de “contaminación” e intentan evitarlo a toda costa.
¿Cómo podemos llegar a convencer a las familias para mejorar las desigualdades?
Es un trabajo muy difícil, pero no es imposible. Muchas familias piensan que un colegio es igual de bueno, tanto si es público como privado y que su nivel, tiene que ver con quién va a la escuela. Es decir, los profesores serán igual de competentes en una escuela u otra, pero quien marca la diferencia, es el alumnado que asiste al colegio. Esta falta de creencia en la educación y en la política, hace que sea muy difícil romper con las desigualdades. Considero que en una de las cosas en las que se debería empezar trabajar es en potenciar la comunicación. Los profesores deberían implicar a los padres en su día a día y establecer vínculos, como primer paso, para empezar a evolucionar.
¿Los recursos económicos son un factor determinante a la hora de elegir un modelo educativo?
Sí, obviamente, son un factor muy importante. En Francia hay diferencias significativas, que vienen claramente marcadas por un tema de recursos económicos. Pero también con el hecho de si los padres trabajan en el sector público o privado. Existe una clara relación entre los que apuestan por la escuela privada o pública, en función de si ellos trabajan en uno u otro ámbito. Los profesionales de empresas privadas que cuentan con recursos económicos tienden a llevar a sus hijos a colegios privados, mientras que los padres que trabajan en sectores públicos, acostumbran a decantarse por la enseñanza que financia el estado.
¿Existen diferencias en el rendimiento académico en función de si el modelo es público o privado?
Lo que ha sucedido en Francia es un fenómeno interesante. Durante mucho tiempo, las escuelas públicas han sido muy prestigiosas y selectivas, en cambio, desde hace ya algunos años, se empiezan a percibir diferencias en el rendimiento y los resultados académicos que obtienen los estudiantes en una escuela pública o en la privada. Esta diferencia puede fundamentarse en que los centros privados acaban teniendo en su plantilla a profesores con más experiencia.
Durante los últimos años ha estado trabajando en la transición entre la educación obligatoria y postobligatoria. ¿Existen las mismas desigualdades en ambos ciclos?
Efectivamente, en este último tiempo he estado trabajando en el acceso a la enseñanza superior. Y muchas de las desigualdades con las que me he encontrado, tienen que ver en cómo se han desarrollado los sistemas. Algunos de los temas principales de mi investigación tienen que ver con cómo las escuelas preparan a los alumnos para la enseñanza superior o sobre las grandes diferencias entre las escuelas para la preparación de la enseñanza superior. Aunque cada vez un mayor número de alumnos accedan a ciclos superiores, no es un indicativo de que los estudiantes de clases más desfavorecidas no sigan sufriendo desigualdades respecto a los demás. El “tipo” de desigualdades cambia y se muestran en la calidad de los estudios y la formación que reciben, así como a las universidades a las que tienen acceso.
¿La pandemia ha acentuado las desigualdades en el sistema educativo?
Todavía tenemos poco recorrido para observar los resultados de las investigaciones hechas durante la pandemia, pero la poca información que tenemos detecta que las desigualdades se han acentuado durante este periodo. Las escuelas no estaban preparadas y, a pesar de que hicieron un gran esfuerzo para adaptarse a la situación, no ejercieron una formación digital apropiada. Los padres tuvieron un papel muy importante respecto a la atención que le podían prestar a sus hijos y, en este sentido, algunas familias de clase baja, no pudieron adaptarse a la modalidad online por falta de recursos.
Para saber más…
Van Zanten subraya el papel que debe tener la educación en combatir las desigualdades. Si quieres conocer proyectos que fomentan la participación social, promueven la igualdad y favorecen la relación entre familia y escuela, te invitamos a conocer Goguis para la Educación Infantil, Comunidad Zoom para la Educación Primaria, o Comunidad en Red para la Educación Secundaria y el Bachillerato.
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