El BYOD (Bring Your Own Device) o “trae tu propio dispositivo” es una nueva propuesta educativa que consiste en que cada alumno y alumna use en el aula su propio dispositivo electrónico, ya sea móvil, tablet u ordenador portátil, para utilizarlo como herramienta complementaria para el aprendizaje.
Se trata de un modelo que llega como consecuencia de la inclusión de las nuevas tecnologías en nuestra vida diaria y la frecuente falta de correlación con los materiales disponibles para el aula, un hecho que generalmente se produce por falta de presupuesto en el centro educativo. Es decir, que mientras que fuera de clase los estudiantes viven rodeados de dispositivos tecnológicos, en la mayoría de aulas todavía las herramientas más utilizadas siguen siendo la pizarra y el cuaderno de papel. Y, para evitarlo, surgió el modelo BYOD, que además afirma tener otras ventajas, como la facilidad que da al alumno utilizar un dispositivo propio, o el mostrarle que la tecnología con la que ya está familiarizado pueden ser una herramienta útil y divertida para potenciar su aprendizaje.
Quizá llegue algún día en el que los dispositivos digitales sean considerados como hoy lo son una calculadora o un compás, y de forma natural el BYOD se acabe implantando en todas las aulas. Hasta el momento, es cierto que se considera un modelo minoritario ya que aún son pocos los centros educativos que lo están llevando a cabo en España, y que además aún cuenta con muchos detractores que encuentran más de un inconveniente en este modelo.
A continuación, enunciamos algunas dudas que suele plantear el modelo BYOD e intentamos resolverlas:
- ¿Puede favorecer a que los estudiantes se distraigan y se despisten con otras aplicaciones?: Igual que ponerse a dibujar en el cuaderno mientras el docente explica el contenido, se trata un riesgo que siempre ha estado ahí y siempre estará, y que precisamente no depende de la herramienta utilizada, sino de la motivación del estudiante. Y eso, como es evidente, es otro amplio tema que nos daría para otro (u otros muchos) artículos…
- ¿Y qué pasa si los dispositivos que traen son diferentes, y con diferentes sistemas operativos?: Es cierto que puede ser un problema real y que complique el trabajo en el aula, y por eso en el mercado ya comienzan a aparecer soluciones tecnológicas muy interesantes. Es el caso de Edubook, que puede utilizarse desde todos los sistemas operativos y dispositivos, sincronizando de manera automática los resultados de las actividades y otros datos. Así, los estudiantes pueden trabajar a la vez desde iPad, dispositivos Android, móviles, y ordenadores portátiles con Windows, Linux y OS X.
- ¿No contribuirá a visibilizar las desigualdades económicas entre los alumnos?: Lamentablemente, esta es una duda que no tiene una sencilla respuesta, dado que, aunque con el descenso de los precios de los dispositivos es algo cada vez menos frecuente, es cierto que no todos los estudiantes cuentan con dispositivos digitales en sus casas. Incluso a veces no es una cuestión económica, sino una cuestión de que sus familias evitan este tipo de aparatos en el hogar. Para compensar las diferentes realidades, sería recomendable que el centro contara con una serie de dispositivos propios que pudiera ceder a los alumnos que no cuenten con uno propio, o incluso a aquellos que han sufrido alguna rotura o avería, además de poder trabajar por grupos para compartir los diferentes dispositivos disponibles.
- ¿Y si la conexión a internet del centro no es buena?: En ese caso es interesante plantear las actividades de clase sin depender de ella, ¡pero las opciones que nos dan los dispositivos también son muchísimas! Hay muchas aplicaciones que no necesitan estar conectadas a internet para funcionar: editores de imagen y vídeo, creadores de mapas mentales, juegos educativos, etc. Edubook también es accesible con o sin conexión a internet, permitiendo acceder a cualquier apartado del libro de texto en modo offline.
- ¿Cómo evitar que la tecnología se convierta en el centro de la clase?: Evidentemente, esto es algo que depende directamente de la metodología que decida utilizar el docente. La ventaja de este tipo de propuestas es que la tecnología sirva para implementar metodologías más activas, que son más fáciles de llevar a cabo gracias al apoyo tecnológico: flipped classroom, ABP, trabajos en grupo… Las TIC deben ser una herramienta más, y no deben dictar los objetivos educativos, como afirma Howard Gardner: “El docente debería preguntarse si la tecnología puede ayudar a conseguir los objetivos y qué tecnologías tienen más posibilidades de ser útiles para ese fin”.
¿Qué opinas del modelo BYOD? ¿Lo has puesto en práctica en tus clases? ¡Cuéntanos tu experiencia y compártela con otros docentes!
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