La creatividad está en el aire, en los colores, en la naturaleza. No es necesario estudiar durante horas para ser más creativos, ni seguir los pasos concretos enumerados por algún manual. La creatividad, y especialmente en los más pequeños, se puede trabajar de un millón de maneras posibles, incluso, como afirma la escritora e ilustradora infantil Gabriela Rubio… ¡hasta pelando una cebolla! Solamente hay que vivir el momento, dejando libres la imaginación y la curiosidad, mimándolas para que tengan margen para hacer de las suyas.

La creatividad es inesperada y espontánea, pero exigente. Requiere de un momento y un espacio adecuado, de tiempo para poder desarrollarse con calma, y de elementos singulares que la ayuden a crecer. ¡Y nosotros pensamos que los libros son sus perfectos compañeros! Si estás de acuerdo y quieres que los libros se conviertan en la herramienta ideal para despertar tu creatividad y la de los peques… ¡sigue leyendo!

El primer paso es creerte estos cinco secretos y comenzar a ponerlos en práctica:

  • Los libros no son solo para leer: ¡Detrás de esas portadas coloridas hay mucho más que un buen montón de letras! Los libros pueden servir también para colorear, como nuestra colección de Libros Puzle; o para jugar y poner a prueba nuestra capacidad de observación, como con ¡Mira, busca, encuentra!.
  • La lectura (también) se disfruta en grupo: Hay quién piensa que leer es una actividad para disfrutar a solas… ¡pero nada más lejos de la realidad! Compartir un buen libro con amigos te permitirá que la imaginación se dispare, ya que vuestras capacidades creativas se potenciarán mutuamente. ¿Quién tiene la idea más disparatada? ¿Quién se anima a imitar a alguno de los personajes? Además, también puedes encontrar libros pensados para disfrutar con amigos y familia, como Juguemos a hacer yoga… ¡te encantará!
  • Un libro no (siempre) tiene por qué leerse del principio al final: ¿Y si empezamos la historia al revés? ¿Y si nos vamos saltando de un capítulo al otro? El orden de páginas no tiene por qué marcar el orden de lectura y, además, modificarlo te permitirá obtener diferentes historias de un mismo libro. Un genial ejemplo para probar esta técnica es Fábulas de Esopo, un tomo de preciosas imágenes y cuentos de animales que te harán pensar.
  • Las páginas de un libro están llenas de preguntas, no solo de respuestas: Hasta los libros que están pensados para enseñarnos sobre un determinado tema, como ¡Este pollo es un tiranosaurio!, el gran libro de la evolución animal, dejan muchas preguntas en el aire. Un libro tiene más palabras de las que aparecen impresas, y es que siempre quedan muchas escondidas entre líneas. ¡Cada respuesta es una nueva pregunta, una nueva excusa para alimentar nuestra curiosidad!
  • La historia no acaba al cerrar el libro, ¡vive en la mente del lector!: O, lo que es lo mismo…. ¡los personajes pertenecen a quién lee su historia! ¿Por qué limitarnos a que vivan las aventuras escritas por su autor? Los personajes de los libros de nuestra colección Un mundo de cuentos vienen de países muy diferentes. Una divertida idea puede ser imaginar qué historias se generarían si se conociesen, o si se mezclasen sus caminos: ¿te imaginas qué pasaría si la tortuga protagonista del cuento de Zambia viaja alguna vez a la fría Rusia de Masha?

¿Qué te parecen estas cinco ideas, estás de acuerdo con ellas? ¿Tienes alguna otra propuesta sobre el tema? ¡Compártela con nosotros!

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