Parece que hayamos olvidado la importancia de los modales, las palabras de cortesía como hola y por favor o el valor de ser amable. ¡Sin embargo son la base de toda educación! Más importante que enseñarlo desde los primeros años, es saber cómo hacerlo.
¿Por qué es tan importante aprender a ser amable? Por que con ello estaremos aprendiendo a salir del egocentrismo y a descubrir los otros. No son simples pautas sociales, sino que implican poner en práctica valores, que es la mejor forma de interiorizarlos.
Entre ellos el valor del respeto, muchas veces difícil de inculcar, cuando no se ha hecho desde los primeros años. ¡En tiempos de desorientación y crisis aún más! Por otra parte, más allá de ser amable, las normas de educación son imprescindibles para un desarrollo sano.
En definitiva, se trata de respetar el proceso, armarse de paciencia y tener en cuenta algunas indicaciones generales:
- No obligar a saludar
Obligar a saludar o a pronunciar según qué palabras, no sólo puede ser contraproducente, sino también implica enviar un mensaje a los más pequeños que puede generar inseguridades, o acentuar su timidez.
- Alimentar el diálogo
Más que con un decálogo o una lista enorme de reglas, la mejor manera de enseñarles a ser amable es a través del diálogo con ellos. De hecho, explicándoles la importancia de palabras y gestos estaremos también reforzando nuestro vínculo emocional con ellos.
- Refuerzo positivo
El propio niño o niña descubrirá por sí mismo el efecto que produce una palabra o un gesto. Conocer lo que implica ser amable es la mejor lección que les puedes ofrecer. Si lo hacemos nosotros, agradeciendo lo que hacen ellos, lo aprenderán desde la propia vivencia.
- Cada cosa a su tiempo
Debemos tener en cuenta las características de cada etapa educativa: durante los primeros cinco años, poco a poco descubren las normas y es cuando ponemos los cimientos. Será más adelante a partir de los ocho años aproximadamente, cuando adquirirán conceptos más abstractos para después interiorizar valores en la pubertad y la adolescencia.
Cómo enseñar a tu dragón a ser amable
Si no queremos producir el efecto contrario, es importante no forzar las situaciones y dar tiempo a los más pequeños, que a veces pueden mostrar timidez o necesitar un proceso de adquisición de hábitos.
Por eso, la mejor manera de hacerlo es de manera narrativa, entrando en su imaginario infantil con historias divertidas que les permitan entender el significado profundo de esas palabras. ¡Nuestra propuesta es aprender a ser amable con un dragón! Es la novedad en la colección Libros de dragones y dinosaurios.
Sara tiene una mascota muy especial, Dragui el dragón. Todos los días, Sara le enseña algo nuevo y Dragui aprende a ser amable, descubriendo el significado de palabras mágicas que son muy especiales.
“Cuando nos encontramos con alguien conocido, hay que decir hola para saludarlo”, le explica Sara a Dragui. ¿Conseguirá Sara enseñarle a ser amable? Hola es una palabra mágica: ¡cuando la dices, siempre regresa!
“Para ser amable, no te olvides de pedir las cosas por favor”, le aconseja Sara a Dragui, ante un banquete de comida deliciosa. Cuando alguien dice por favor, todos le hacen caso enseguida con una sonrisa. ¡Pruébalo tú también!
Eleonora Fornasari es la autora de los textos. Con larga experiencia en guiones de series animadas para niños y en la elaboración literaria de contenidos didácticos, es capaz de darle un impulso narrativo a contenidos diseñados para generar hábitos.
Por su parte, las ilustraciones de Anna Láng (también ilustradora de la colección Juego a relajarme y de El gran libro de los juegos de mesa), envuelven el cuento de ternura y dan alas al imaginario infantil, presentando un dragón entrañable y travieso.
¿Sabes cómo enseñar a tu dragón a ser amable y decir Hola y por favor? Hazlo a tu manera; cariñosa, original y divertida, enseñando a la vez el valor de los libros.
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