Este Día Internacional es, como sucede en otros casos, un día para hacer balance y sensibilizar sobre una deuda pendiente que debemos afrontar como individuos y como sociedad: en casa, el aula o la calle. ¿Cuál ha sido el papel de la mujer en la ciencia? 

Hacernos esa pregunta debe servir también para preguntarnos ¿Cuál será el papel de las niñas de hoy en la ciencia del futuro? Eso es lo que se propuso plantear la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, al aprobar hace nueve años su informe previo a la declaración de este día.

De lo que se trata, no es sólo de reivindicar el papel necesario y decisivo de las mujeres en la comunidad científica y el desarrollo tecnológico, sino también de promover el acceso de la mujer y la niña a la educación, la capacitación y la investigación científico-tecnológica.       

En la actualidad, se calcula que menos del 30 por ciento de la investigación científica está en manos de mujeres, a pesar de que en algunos de esos estudios la proporción femenina es mucho mayor.    

El papel de la educación de niños y niñas desde los primeros años es crucial para afrontar el problema, que tiene mucho que ver con la repetición de inercias que negarán a las mujeres del futuro su derecho a desarrollar una carrera científica. 

Dos propuestas para reivindicar el papel de la mujer en la ciencia

Todavía sobreviven prejuicios que llevan a creer a muchas personas, mujeres y hombres, que las profesiones científicas son más “adecuadas” a los hombres, o que las mujeres no las pueden desarrollar con el mismo éxito.

Que niños y niñas tengan referentes femeninos desde pequeños, puede contribuir sin duda a que normalicen el papel de la mujer en la ciencia. ¡Muchas de hecho lo han tenido! Y lo han hecho superando muchas dificultades. Estas son nuestras propuestas para conseguirlo. 

• Marie Curie

Marie Curie es uno de los ejemplares de la colección “Historias geniales”, y como todos ellos, acercan figuras relevantes de la cultura y el conocimiento de una forma sencilla y amena, a partir de la biografía de cada uno. 

Pocos ejemplos mejores para reivindicar el papel de la mujer en la ciencia que el de Curie, una larga carrera científica que culminó con grandes descubrimientos en el campo de la física y la química y dos reconocimientos en forma de sendos Premios Nobel.   

Sin embargo, el camino no fue fácil desde el principio, empezando porque como su hermana, acabó estudiando en París con mucho esfuerzo, mientras en la Universidad de su Varsovia natal, sólo se admitían hombres.

Curie fue una pionera en muchos aspectos, tanto en lo que respecta a las contribuciones científicas, como al papel femenino en la educación superior y la ciencia, materializado en el hecho de haber sido la primera mujer en haber recibido un Premio Nobel. 

Con este libro escrito por Jane Kent e ilustrado por Isabel Muñoz, a partir de 6 años, el ejemplo de Marie Curie se hará más accesible, humano y divertido, con grandes lecciones para los pequeños como la que cierra su historia:

Si algo he aprendido en la vida, es que no debemos dejar que nada frene nuestra vocación, y menos aún las cuestiones de género, raza o religión.  

• Mujeres exploradoras       

Muchas otras mujeres se han negado a aceptar el papel secundario que la familia o la sociedad les tenía reservado. Es el caso de las veintidós que tienen cabida en Mujeres exploradoras, la última novedad de “Atlas del mundo” a partir de 8 años.    

¿Qué tienen en común todas ellas? Una enorme curiosidad que les permitió sobreponerse a todos los condicionantes que se encontraron. Eso sumado a grandes dosis de determinación, perseverancia y coraje, nos da muchos ingredientes del espíritu científico. 

¡Pero también nos habla de situaciones inaceptables de desigualdad! Por eso también es un excelente recurso para reivindicar el papel de la mujer en la ciencia. 

De hecho muchas de ellas hicieron importantes contribuciones científicas, como se pone de manifiesto a poco a que se hojee este volumen elaborado a cuatro manos por Riccardo Francaviglia y Margherita Sgarlata.

En pleno siglo XVII, Maria Sibylla Merian fue una verdadera pionera de la ilustración científica, además de hacer importantes aportaciones en el campo de la entomología. Toda una excepción de su época. 

Osa Johnson fue una pionera del cine documental; una herramienta de divulgación científica que cobró cada vez más importancia y que en su época reveló la riqueza animal, vegetal y humana del continente africano.

Por su parte, en junio de 1963 la rusa Valentina Tereshkova se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio. Una trayectoria repleta de dificultades que culminó con su reconocimiento como heroína nacional de la Unión Soviética.  

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