A menudo, damos por hecho que creatividad e innovación van obligatoriamente de la mano. ¿Pero hasta qué punto es así? ¿Se puede innovar sin ser creativo? ¿Qué peso tiene la creatividad en la innovación educativa? ¿Qué significa exactamente ser creativo?
Hemos consultado a tres expertos para conocer de primera mano su opinión respecto a la creatividad y la innovación en el ámbito de la educación.
Profesor, formador y autor del blog Justifica tu respuestaSantiago Moll
La Real Academia de la Lengua define el término ‘creatividad’ como la ‘facultad de crear‘. Y, ¿qué es crear? Pues crear es ‘producir algo de la nada‘. Y en ese producir de la nada entra en juego la innovación educativa.
A día de hoy debemos asumir que la innovación pasa inexorablemente por fomento la creatividad, pero también por hacer hincapié en aspectos tan esenciales como el aprendizaje basado en problemas; la reflexión personal y colaborativa a través de la metacognición, el uso de herramientas web y dispositivos electrónicos, la preocupación por los intereses nuestros alumnos, el estímulo de la curiosidad mediante retos (gamificación) y haciendo posible que los aprendizajes tengan como premisa una utilidad real fuera del aula.
Porque crear es la verdadera esencia de la vida, la verdadera innovación.
Ingeniero en Telecomunicaciones, profesor de matemáticas y creador de la plataforma UnicoosDavid Calle
La innovación en sí misma es el camino a seguir, pero no necesariamente tecnológica. Innovar es acercar la educación a la realidad de nuestros alumnos, ayudarles a utilizar y aprovechar los medios tecnológicos con los que cuentan, dejar de premiar logros individuales (no conozco ningún hito innovador en la historia que se haya hecho en solitario) o enseñar a nuestros alumnos a solucionar verdaderos problemas, aquellos que se enfrentan dilemas reales o que generan empleos.
Innovar es enseñarles a asumir riesgos, aprender de sus errores, no rendirse al fracaso, despertar en ellos la pasión por aprender y ser mejores.
A partir de ahí, no tiene sentido alguno que se siga en muchos casos enseñando matemáticas o ciencias del mismo modo en el que yo las aprendí cuando no había internet o no contaba con un ordenador en la palma de la mano. Por eso siempre animo a los profesores a ser creativos, a trabajar duro, con el único objetivo de intentar que todos nuestros alumnos alcancen y desarrollen al máximo todo su potencial y que nosotros, los profesores, les ayudemos a descubrir cuales son sus capacidades y su talento, aquello que les hace únicos, diferentes, lo que les da valor.
Experto en creatividad y director de Ideas InfinitasIsmael Pantaleón
La educación tiene como objetivo preparar a las personas para desenvolverse con éxito en el futuro, pero la incertidumbre a la que nos enfrentamos, hace necesario encontrar nuevas formas de abordar este reto.
Consciente de esa necesidad, derivada del impacto del cambio tecnológico en la sociedad, la educación ha apostado por una innovación reactiva que, bajo nuestro punto de vista, no está dando los resultados esperados.
Por eso necesitamos repensar esta aproximación, empezando por comprender la función que la educación debe cumplir en la sociedad. Para ello creemos que es necesario una comprensión sistémica de la educación que permita visualizar su interdependencia con la sociedad.
El papel de la creatividad, en la innovación educativa, es ser el motor del cambio, facilitando a nivel individual y colectivo el cuestionamiento y la búsqueda de alternativas.
Comprensión y creatividad son las dos mitades que forman el corazón de la Innovación Educativa Emergente.
Si te parecen interesantes estas reflexiones sobre la creatividad en la innovación educativa, mira lo que dicen los expertos sobre la importancia de la personalización del aprendizaje, la aplicación de la neurociencia en el aula o el rol que debe adoptar el docente con las nuevas tecnologías.
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