Don Quijote de la Mancha, La Regenta y la tradición poética española son tres pilares fundamentales de la literatura en lengua castellana. Y justamente por este motivo, son también una cita casi obligada en los currículums educativos de letras y carne de examen para miles de estudiantes de bachillerato. Es el caso, por ejemplo, de Cataluña, que incluye los tres títulos entre las lecturas prescriptivas en el área de Literatura para las Pruebas de Acceso a la Universidad.
Aunque lógicamente resulta imposible abarcar estos grandísimos y complejos universos literarios en un solo artículo del blog, queremos darte algunas claves para ayudarte a entender mejor sus rasgos principales. Tanto si eres estudiante y quieres comprender las obras o prepararlas para un examen, como si eres docente y quieres ayudar a tus alumnos a hacerlo, te ofrecemos algunas guías de lectura e ideas que te pueden ser útiles a la hora de abordarlas.
La Regenta, de Leopoldo Alas “Clarín”
La Regenta es la primera y más cumplida novela de Leopoldo Alas, más conocido por su seudónimo “Clarín”. Se trata de un texto magistral, que supone sin duda una de las grandes cumbres literarias del siglo XIX. Este extensísimo texto recrea los vaivenes de la ciudad de Vetusta (trasunto de Oviedo) y de sus numerosos personajes, que según la cuenta del hispanista Mariano Baquero Goyanes llegan a los 150. El protagonismo, sin embargo, recae sobre Ana Ozores –a quien llaman justamente «la Regenta»– y el triángulo (o cuadrado, más bien) amoroso entre ella, el eclesiástico Fermín de Pas, Álvaro Mesía y el marido de Ana, Víctor Quintanar. El gran tema del libro es, siguiendo la estela abierta por Flaubert con su Madame Bovary, el del adulterio. Pero hay muchos otros aspectos de la obra atractivos y que merecen atención. A continuación mencionamos algunos.
EL NATURALISMO DE CLARÍN: Clarín es uno de los autores más representativos del naturalismo español, ampliamente influenciada por el naturalismo francés y muy especialmente por Émile Zola. Sin embargo, la vertiente española de esta corriente presenta diferencias frente a la francesa: si el materialista Zola se percibía a sí mismo como un científico que estudiaba los condicionamientos fisiológicos de sus personajes, el naturalismo español otorgaba más importancia a su psicología y por tanto a su libertad. Pero lo esencial del naturalismo se mantiene: los personajes son lanzados en un medio concreto con el fin de analizar cómo este medio los afecta y determina su comportamiento. La obra literaria se convierte así, en manos de los naturalistas, en una suerte de experimento social y psicológico cuyos sujetos son los protagonistas que la pueblan.
VETUSTA COMO MICROCOSMOS: Muy relacionado con el punto anterior, cabe destacar la importancia de Vetusta en la gran obra de Clarín. En La Regenta, Vetusta es un personaje más de la novela, y no un mero escenario. La ciudad, con sus barrios –la Encimada (el barrio noble), la Colonia (el barrio burgués) y el Campo del Sol (el barrio proletario)–, aparece como un organismo vivo, que debe ser estudiado en sus dinámicas y en sus perversiones.
La corrupción social, las ambiciones y la caracterización del ambiente de provincias ocupan un lugar muy principal en el libro de Clarín, de modo que es importante tener en mente una doble línea de lectura: por un lado, la idea de Vetusta como un todo social orgánico; y por el otro, la interacción que surge entre Vetusta y los personajes principales de la novela, especialmente Ana Ozores, la Regenta.
LOS PERSONAJES: Siguiendo el mismo motivo del naturalismo, un aspecto muy interesante a comentar es el de los personajes. Los cuatro protagonistas son, sin duda, los más sugerentes de la obra: Ana Ozores (la Regenta), su marido Víctor Quintanar, y sus pretendientes: el magistral Fermín de Pas y Álvaro Mesía. El planteamiento de Clarín pasa por imaginar una psicología para cada uno de estos caracteres, y arrojarlos después a un determinado contexto social para ver cómo se mueven en él y cómo evolucionan. En el caso de Ana Ozores, el determinismo es claro en su relación con sus tías y con una sociedad que, en su caída, le da la espalda. Sucede algo muy similar con Fermín de Pas y su ambiciosa madre. En el caso de Mesía, Clarín nos enfrenta a un romántico desangelado y libertino con marcados tintes de hipocresía, mientras que Víctor Quintanar es un idealista barroco que ha de reaccionar al agravio del adulterio.
Las lecturas de cabecera de los personajes, por cierto, nos dan información interesante sobre ellos: la Regenta busca refugio virtuoso a su situación en la lectura de los grandes místicos (San Agustín, Santa Teresa), mientras que la obsesión de Víctor Quintanar con los dramas de honor del Siglo de Oro refleja su papel en la trama.
Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes
Las aventuras –y desventuras– del ingenioso hidalgo son fuente de inagotables interpretaciones, pero aquí te señalamos algunos aspectos que debes tener muy en cuenta:
LAS SALIDAS DE DON QUIJOTE: Tres veces sale Don Quijote a la aventura, y es conveniente notar la diferencia entre las tres salidas. La primera, la más breve, consiste en su bautizo como caballero andante, con el famoso episodio de la posada, pero finalmente resulta un intento fallido. Pronto vuelve a salir, sin embargo, acompañado esta vez de Sancho, y tras muchas adversidades y palizas vuelve a su casa, aunque su ideal caballeresco continua intacto. En la segunda parte del libro, Don Quijote realiza su tercera salida, de nuevo con Sancho, y la diferencia fundamental es que, en esta última aventura, muchos de sus interlocutores han leído la primera parte de sus aventuras y están dispuestos de antemano a tomarle el pelo. De esta última salida vuelve Don Quijote derrotado y melancólico a su hogar para morir, ya recobrado el juicio, en su cama.
DON QUIJOTE Y SANCHO: Esta pregunta es un clásico: ¿cómo es la relación entre Quijote y Sancho? A priori se diría que don Quijote es la locura o el idealismo, mientras que Sancho, a pesar de su carácter popular (reflejado por ejemplo en sus frases hechas), es la voz de la sensatez, aunque un poco corta de miras. Sin embargo, sucede que a lo largo del Quijote, se produce lo que se suele llamar la “quijotización” de Sancho, mientras que don Quijote se deja influenciar también por su compañero. Así, por ejemplo, en el episodio de la ínsula de Barataria, Sancho se deja llevar por la absurda ilusión de ser rey y es engañado, mientras que Don Quijote va haciéndose cada vez más prudente con el paso de la historia.
¿QUIÉN ESCRIBE LA HISTORIA?: Evidentemente, el Quijote es obra de Cervantes, pero este utiliza una técnica muy interesante, pues asegura basarse en un original perdido, obra del historiador (ficticio) Cide Hamete Benengeli, y simplemente adaptarlo a los lectores coetáneos de forma més narrativa. Este recurso narrativo es esencialmente irónico, pero permite a Cervantes transmitir cierta sensación de verosimilitud al relato y al mismo tiempo justificar los aspectos más inverosímiles del mismo como producto de la invención del autor original, de quien se muestra escéptico. Sea como fuera, el juego entre ficción y realidad es una constante en el Quijote, y lo observamos por ejemplo cuando los dos protagonistas se encuentran con personajes que han leído el primer libro de Cervantes, o cuando el propio Quijote critica la versión apócrifa de la historia que Avellaneda publicó antes de que el segundo tomo viera la luz.
Poesía española peninsular
Si es imposible sintetizar las obras anteriores en algunos párrafos, con más razón lo es intentar resumir casi diez siglos de poesía en español, que comprende desde la primera jarcha (1042) hasta la actualidad. Sin embargo, sí podemos darte algunas indicaciones útiles a la hora de enfrentar un texto poético.
NO QUEDARSE EN EL ANÁLISIS FORMAL: Como bien sabes, el análisis formal del texto es un primer paso importante, pero limitarse a él es un error frecuente que hay que evitar. La poesía no es simplemente una fórmula matemática, por lo que una lista de números y letras para identificar el número de sílabas y las rimas es solo relativamente útil. Lo primordial es ver cómo se insiere el texto dentro de su tradición. ¿Es un soneto? ¿Un romance? ¿Qué recursos utiliza? ¿Se estructura a partir de una anáfora? ¿Contiene alguna aliteración significativa que pueda transmitir alguna idea relacionada con el contenido? Más allá de estas preguntas, que es bueno hacerse, la forma ocupa un lugar secundario respecto el contenido, por lo que no limites tu comentario a una simple enumeración de recursos.
ANÁLISIS DEL CONTENIDO: Como acabamos de señalar, el análisis de la forma tiene que estar supeditado al contenido. La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿cuántas partes diferenciadas tiene el poema, y de qué habla en cada una de ellas? Una vez tengamos esto claro, es el momento de estudiar de qué manera los recursos formales sirven para reforzar esta estructura. ¡De esta manera, la interpretación será mucho más rica!
RELACIONAR EL TEXTO CON SU TRADICIÓN: Los poemas no son setas que aparezcan de manera aislada, y lo más sugerente de estudiar historia de la literatura es justamente ver cómo se construye esta historia. Cuando te enfrentes a un texto, ten en cuenta su contexto histórico y su contexto estético. ¿Qué estaba pasando en aquel momento en el mundo y en el país? ¿Qué otros textos se estaban escribiendo? ¿Y qué autores se leían? Si analizamos un poema de Góngora, es tan significativo tener presente el contexto de decadencia del imperio español después de su máximo esplendor, como su rivalidad estética con Quevedo, como el hecho de que Góngora había leído a Garcilaso. ¿Por qué Lorca usa romances y sonetos en algunas de sus obras y en otras se decanta por el verso libre? ¿Por qué la Generación del 27 eligió a Góngora como referente? ¿Qué influencia puede tener un autor como Freud en Alberti, Cernuda o Vicente Alexandre? ¿Cómo afectó a Blas de Otero escribir bajo el yugo de una dictadura? Estas preguntas son más útiles y productivas que cualquier análisis puramente formal y mecánico de la obra.
Esperamos que estas pautas de lectura te hayan resultado interesantes y útiles para entender mejor estas obras y que te hayan ayudado a plantearte reflexiones interesantes. Y si estás preparando el examen de Selectividad en Cataluña y todavía no has leído alguna de ellas, te recomendamos que eches un vistazo a nuestras ediciones «Selección» de La Regenta, de Don Quijote de la Mancha y nuestra Segunda antología de la poesía española. ¡Encontrarás en ellos la recopilación de los poemas y capítulos que entran en las pruebas, un resumen del resto de capítulos, y materiales complementarios para conocer mejor los libros y pasar la PAU de Literatura Castellana con la mejor nota!
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