¡Gracias por el esfuerzo! Todas las historias del concurso de relatos cortos Reinventa los clásicos literarios nos han sorprendido por su originalidad y por la capacidad de adaptar los personajes que todos conocemos a la realidad actual. ¡Qué gran imaginación!
Un panda de 8 enanitos, una Blancanieves que triunfa en Instagram, una Alonsa Quijano feminista, un Quijote youtuber, Paulina y Dionisio discutiendo en twitter, un Holden suspirando por Sally años después, un extraño suceso en Whitby, un lobo y tres cerditos que hacen las paces, un Principito escritor, una Blancanieves que busca ayuda en twitter, una Penélope que habla por skype con Odiseo… ¡Son todas ideas geniales!
Entre las 5 historias más votadas, el jurado de Vicens Vives ha elegido como ganador el relato de un lobo cansado de ser malo y de ser utilizado para infligir miedo a los demás, por lo que se rebela ante un autor ficticio. Por la originalidad, por el mensaje que transmite y por la corrección en la redacción ha sido finalmente el relato ganador. Su autora es Elvira Fernández Pena y aquí lo tenéis… ¡Disfrutad de su relato!
Relato ganador del concurso Reinventa los clásicos literarios
Mírame.
Puedes contemplar ante ti, cientos y cientos de años que han dejado un surco de maldad y acoso en mi persona; o en mi animal, en todo caso. Cientos y cientos de mentiras que se convierten en historias, historias que se transforman en cuentos, cuentos que se transforman en prejuicios.
Te has burlado de mí. Me has juzgado, me has humillado hasta lo más profundo aprovechándote del miedo de los ignorantes. Y así he malvivido entre Caperucitas inocentes y tiernos cerditos, entre cándidos pastores,… ¡Cuánto daño puede hacer un señor de aldea llamado Pedro!
De la noche para la mañana, empecé a ser el señor «Feroz». Sin posibilidad alguna de mostrar mi lado más tierno, pues hasta eso me arrebataste. Si las cabritas más dulces pasan la patitas por debajo de la puerta, yo sólo puedo ser el feroz, la bestia.
Mírame.
¿Es que mis ojos, sí, mis grandes ojos; no te muestran la tristeza y la soledad del desterrado, del que todo el mundo repudia? ¿Es que mis dientes, no pueden si no morder la calumnia que contra mí se aqueja? Durante años he sido aquel que por su aspecto ya es el enemigo del pastor, aquel que por tener hambre debe ser abatido para que reine la justicia. A palos, quemado, hervido en una gran olla,… ¿Qué más tengo que soportar?
Mírame.
¿Acaso crees que necesito una piel de cordero para parecer mejor, para hacerme el selfie más políticamente correcto? Porque tú, me prefieres así, ¿verdad? Ladino, sombrío, o en todo caso, bobalicón, para poder mostrarte superior. Y con superior me refiero a moralmente por encima. ¿Por qué si no, habrías inventado esa chorrada del licántropo? Esa estupidez de un hombre que es hombre, pero cuando la luna llena asoma se convierte en lobo, como la más grande de las tragedias. Pero nunca en un buen lobo, que ama a su manada, que lucha por defenderla. No. Más bien, un lobo que es bestia, que es miedo, y con este miedo tú ya eres mejor.
Mírame y escucha lo que te tengo que decir.
Puede que durante años me hayas deshonrado, pero yo no caeré en tu juego, en tus garras. No soy la bestia que haces ver que soy. No soy tu demonio, ni el de otros animales. Soy lo mismo que tú, con igual reputación y taxonomía. Así que la próxima vez que decidas hacer de mi supervivencia una historia, recuerda que las tuyas se estrenan en los mejores cines.
Firmado: #LoboQueLlevasDentro
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¡Gracias por vuestras palabras! ¡Ha sido un placer participar en el concurso!