Como cada 2 de abril desde 1967, la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY) celebra el Día del libro infantil y juvenil, coincidiendo con la fecha de nacimiento de Hans Christian Andersen.              

Como ya te explicamos en nuestro blog, fue el librero y editor británico John Newbery quien a mediados del siglo XVIII comenzó a escribir la historia del libro infantil, cuando se rodeó de talento para crear la primera editorial y librería dedicada a niños y niñas, lectores hasta entonces olvidados.      

Eso no significa que esos fueran los primeros libros que pasarían a engrosar las estanterías de los más pequeños. De hecho, los grandes clásicos de la literatura infantil no eran en su origen libros “planificados” para ese público.    

No lo fue por ejemplo para Jonathan Swift, cuando escribió una sátira política tan divertida y ácida como Los viajes de Gulliver. Tampoco era la razón principal para Charles Perrault en sus Cuentos de mamá Oca, algunos de los cuales un siglo más tarde fueron incorporados por los hermanos Grimm a su proyecto, que tenía como objetivo rastrear las fuentes del pueblo alemán.     

En definitiva, todos esos relatos tenían los ingredientes suficientes para seducir la imaginación literaria de los más pequeños: los niños tienen especial predilección por los mundos fantásticos o la participación de los animales, y de eso estaban colmados.      

De todas formas, hay que tener en cuenta que la mirada, el gusto y las necesidades de los niños y niñas también tienen una historia y cambian con el tiempo. Por eso el libro infantil también lo debe hacer y debe ser innovador en sus propuestas.

El libro infantil en la filosofía de VVKids

Compartiendo el espíritu del Día Mundial del libro infantil, desde su primer lanzamiento VVKids trabaja para inspirar el amor por los libros desde los primeros años. Y ha decidido hacerlo recogiendo una larga experiencia editorial y situando a los niños y niñas en el centro de la experiencia lectora.  

De la misma forma que a Newbery le preocupaba el formato en el que tenía que presentar los libros destinados a un público infantil, este sello pone un cuidado especial en la presentación.

En primer lugar, apostando por el papel, que además de ser diferente y complementario al soporte digital, ofrece una experiencia estética especial. Pero particularmente por cuidar un contenido y un formato tan atractivo como sorprendente de modo que el libro infantil sea una ocasión para jugar y disfrutar. Es decir, para que niños y niñas se diviertan y descubran así la pasión por los libros: un tesoro para su crecimiento personal.   

4 recomendaciones para elegir un libro infantil

No hay mejor forma de celebrar el Día Mundial del libro infantil que acercando ese maravilloso objeto a los más pequeños. ¿Qué debemos tener en cuenta para acertar? Quizás no existe una fórmula mágica, pero si sigues nuestros consejos seguro que estás más cerca de hacerlo y no olvidas aspectos importantes.  

• Intereses

Aunque parezca una obviedad, últimamente se olvida que los libros, además de parecer adecuados a los padres, tienen que responder a las motivaciones e intereses de los pequeños o contribuir a despertarlos.

No se trata de renunciar al componente didáctico, a la educación en valores… es decir, a la función de “iniciación” que tradicionalmente ha tenido el libro infantil, sino de enseñar lo estimulante y divertido que puede ser un libro.     

• Aprendizaje múltiple

Es importante adaptar la propuesta del libro a las características de cada niño y niña. Por mucho que hablemos del “libro infantil”, cada uno aprende y se abre al mundo de manera diferente. Por eso, además de conocer los intereses, es recomendable conocer las capacidades potenciales y las múltiples formas de desarrollarlas.

¡Y no todo se reduce a la inteligencia lingüística! Es posible que al elegir un libro infantil necesites alguno que alimente la inteligencia lógico-matemática, la inteligencia visual-espacial, o la inteligencia naturalista. Teniendo en cuenta esa diversidad, enseñarás a ver en los libros un gran aliado para descubrir el mundo.  

• Edades y recomendaciones

Habrás leído muchas veces, en nuestras redes o nuestro catálogo, las indicaciones de libros por edades. Debes tener en cuenta que son edades orientativas. Es posible que un pequeño lector de 3 años disfrute con un libro recomendado para 4 o 5 años, o suceda al revés. ¡Ningún problema! Cada uno debe seguir su ritmo sin presiones.     

• Librerías

No hay mejor espacio para enseñar a amar los libros que las librerías. Lo creas o no, hay adolescentes e incluso jóvenes que no han pisado una. Sin embargo, desde los primeros años es un espacio excelente para conquistar a los niños, si la conviertes en una actividad placentera y no en una obligación.  

En última instancia, si necesitas ayuda y asesoramiento, es el librero la persona que conoce mejor ese libro infantil que será el inicio de una vida lectora: más rica, interesante y feliz.  

¿Cómo celebrarás tú el Día del libro infantil? ¡Cuéntanos cómo eliges libros para los más pequeños! 

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