Los primeros días de algo nuevo pueden ser emocionantes y divertidos para unos pero también pueden suponer motivo de nerviosismo y hastío para otros. ¿Cómo afrontarlos de la mejor manera? A veces, es tan sencillo como tener en cuenta algunos detalles que puedan dar la vuelta a cualquier situación. Hemos preguntado a Maria Acaso, Imma Marín y Rosa Liarte cuáles son sus trucos.

María Acaso

Conferenciante e investigadora en innovación educativa y disruptiva

En primer lugar y por sorprendente que parezca: ¡comida! La comida crea un vínculo emocional democrático y rompe las jerarquías entre profesores y estudiantes.

En segundo lugar, las risas, para crear un clima de alegría que suba la dopamina y active la curiosidad de todos los alumnos y alumnas.

Por último, pero no menos importante: algo raro. Algo raro como una sandía o una caja de cartón misteriosa, un elemento que fomente el extrañamiento y genere expectativa por ver qué es lo que vas a pasar a continuación.

Imma Marín

Me pongo con mirada infantil y lo que más me gustaría encontrar es:

  • Un aula y un patio acogedores y estimuladores, llenos de juegos para ser jugados de la mano de un profesorado dispuesto a disfrutar con nosotros y que nos espera con una sonrisa alegre y ojos ilusionados.
  • Un camino lleno de retos, algunos difíciles, que tengamos que superar con esfuerzo y que nos hagan sentir satisfechos. Que nos despierten la curiosidad y las ganas de saber y aprender.
  • Un grupo de compañeros y compañeras a quien abrazar después de las vacaciones y con quien compartir las aventuras del camino, preparados con mochilas llena de recursos como bocadillos para comerse el mundo, distintos tipos de zapatos según el terreno por donde caminar, cajas de humor, tarros repletos de confianza y de perseverancia…, todo para compartir.

Rosa Liarte

El primer día de clase tanto alumnado como profesorado está nervioso, por eso una gran sonrisa no puede faltar el primer día de clase, en el que nosotros como profesores tenemos que aportar tranquilidad al alumnado y tener una buena toma de contacto con ellos.

En mi primer día de clase tampoco puede faltar mi iPad, en él muestro al alumnado lo que vamos a trabajar y aprender a lo largo del curso que estén conmigo y motivarlos mostrándoles el uso de las TIC en el aula.

Finalmente preparo siempre, antes del comienzo de las clases, una programación de aula en el que el alumnado conocerá la materia y presentársela de forma atractiva, como puedes ver en el siguiente PDF .

Así que sonrisa, tecnología y motivación es lo que resumen las tres cosas que no pueden faltar en mi clase.

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