¿Sabías que el Lazarillo es el libro más vendido de las colecciones literarias de Vicens Vives? No es de extrañar, ya que son muchas las razones que nos pueden llevar a aproximarnos a esta obra. El Lazarillo puede leerse de dos maneras: como una novela divertida e intrascendente y como un libro profundo y comprometido con la realidad social, permitiéndonos disfrutar igualmente de ambas formas de adentrarnos en ella.

Compartimos a continuación 7 propuestas de actividades para trabajar el Lazarillo de Tormes con tus estudiantes:

  • Un libro prohibido: ¿Sabías que el Lazarillo se incluyó en el Catálogo de libros prohibidos (1559) del inquisidor Fernando de Valdés y hasta 1573 no volvió a publicarse, aunque podado de los capítulos cuarto y quinto? De los nueve amos a los que sirve Lázaro, cinco pertenecen al estamento eclesiástico. ¿Cómo son representados? ¿Por qué crees que la obra no gustó a la Inquisición? Es una genial excusa para realizar una pequeña investigación sobre las nuevas corrientes espirituales que surgieron en la época y qué consecuencias tuvieron en la sociedad.
  • Descubre la España del siglo XVI: El Lazarillo es una obra idónea para trabajar simultáneamente contenidos de literatura y de historia. La obra reproduce situaciones frecuentes en la época (la pobreza, la mendicidad, la corrupción del clero…) y constituye, por tanto, un interesante documento social. Una curiosa propuesta consiste en “ampliar” la novela con información histórica, hasta completar un marco que sirva de contexto para entenderla más correctamente.
  • Nueve amos, nueve roles: Son nueve en total los amos a los que sirve Lázaro, todos ellos maestros en el arte de fingir, pero cada uno con características propias y mostrando una parte de la realidad de la época. El ciego, el clérigo, el escudero, el fraile, el buldero, el pintor… Puede ser interesante dividir la clase en grupos, y que cada uno se encargue de representar a cada uno de los amos mediante el formato que más les motive (monólogo, relato de ficción, vídeo, obra de teatro, etc.)
  • ¿Qué es la disemia?: Se trata, sin duda, de la figura retórica más significativa de esta novela, por la frecuencia con la que se utiliza y la relación que mantiene con los temas principales. En el Lazarillo, casi todas las cosas tiene dos caras, la ambigüedad se aprovecha como un recurso estilístico habitual. Te proponemos realizar un sencillo juego con tu alumnado, que consista en encontrar (y explicar) el mayor número de expresiones que vayan más allá de su sentido literal. ¡Las cosas no siempre son lo que parecen!
  • ¿Y tú quién eres?: La idea principal de esta actividad es repasar los personajes de la novela y el papel que juegan en ella. Asigna a cada alumno o alumna alguno de los personajes que aparecen en la novela para que el resto de sus compañeros intenten descubrir su identidad. Las opciones de hacerlo son muchas: actuando, describiendo al personaje, parafraseando alguno de sus párrafos, contestando preguntas de sí o no… Otra posibilidad es hacerlo a la inversa, adaptando el conocido juego de ¿Quién soy?
  • Recuperando el género epistolar: El Lazarillo se estudia como uno de los primeros testimonios de novela picaresca; pero, en rigor, se trata de una carta que escribe su protagonista. En pleno siglo de la tecnología y las pantallas, cuando la correspondencia ha dado paso a los breves correos electrónicos, puede sonar hasta romántico rescatar este formato. ¡Anima a tus alumnos a contar alguna historia o relato mediante una carta!
  • Lázaro en el siglo XXI: ¿Cómo sería nuestro protagonista si hubiese vivido en el año 2016? ¿De qué forma podría contarse su historia en otros formatos, como el audiovisual o el musical? Propón a tus estudiantes que realicen su propia adaptación moderna del Lazarillo, escribiendo el guión para una posible película, o la letra de una canción. Es un genial ejercicio para reflexionar sobre la técnica narrativa y otros elementos como el punto de vista, la estructura, la presentación de los personajes…

Dos adaptaciones, dos formas de acercarse al Lazarillo

A menudo pensamos que el Lazarillo es un libro plenamente accesible para los jóvenes. Pero se trata de una impresión engañosa, pues la obra está plagada de dificultades lingüísticas y alusiones culturales que obstaculizan la lectura. Para facilitar el acercamiento a la novela, ponemos a tu disposición dos versiones diferentes de la misma, para que puedas elegir la que más se adapte a tu alumnado:

  • Clásicos adaptados (a partir de 10 años): El escritor Eduardo Alonso ha preparado una rigurosa adaptación que moderniza lo indispensable el lenguaje del Lazarillo para que los jóvenes lectores comprendan el texto a la perfección al tiempo que disfrutan con su lectura.
  • Clásicos hispánicos (a partir de 13 años): El profesor Bienvenido Morros es el autor de esta edición enteramente renovada, cuya anotación ilumina muchos pasajes del Lazarillo que permanecían oscuros. El libro cuenta también con unas magistrales ilustraciones del artista húngaro Victor Ambrus, quien ha sabido captar a la perfección el espíritu irónico y burlesco del anónimo autor.

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