La robótica es una realidad que cada vez forma más parte de nuestra vida cotidiana. También lo es en las aulas, donde crece el interés y la motivación para trabajar con ella y sobre ella.

Los niños y niñas conviven con ello y a todas luces desarrollarán su vida futura rodeados de robots. ¿Es importante introducirlo en sus contenidos académicos? ¿De forma extraescolar o como contenido curricular? Tres expertos nos dan su opinión.

Rocío Lara

Responsable del área educativa de RO-BOTICA, formadora de profesorado, LEGO ® Education Academy STEM Teacher Trainer

Las dos opciones pero con distinta finalidad. En el ámbito curricular la robótica educativa debería estar integrada de forma transversal y no ser vista como una materia independiente. Utilizar las dinámicas, metodologías didácticas y proyectos propuestos que se trabajan con los robots educativos son en sí poderosos instrumentos motivacionales que ayudan a establecer el hilo conductor en proyectos multidisciplinarios.

Hay que aplicarla cuando corresponde tal y como se hace actualmente por ejemplo con los ordenadores o tabletas, y ponerla al alcance de todo el alumnado para entender el mundo actual que cada vez incorpora más elementos tecnológicos.

En el ámbito extraescolar se debe también dar la concesión para ampliar la oferta curricular con temas de especialización a aquella parte del alumnado que tiene interés por seguir aprendiendo en un entorno más libre y en el cual posiblemente invertirá parte de su tiempo con gran pasión para desarrollar proyectos propios e inclusive llevarlos, por qué no, a ferias y competiciones.

Marc Sibila

Profesor de Música, tecnología y robótica en la Escuela Diocesana de Navàs

Curricular, ¡por supuesto! Yo iría aún un paso más adelante: la robótica educativa tendría que ser una herramienta y un recurso de aprendizaje transversal, para ayudar y aplicar a todos los ámbitos educativos.

En este momento vivimos inmersos en una  ‘moda’: todos tenemos que hacer robótica, y en muchos sitios solo se ofrece como extraescolar. Si queremos que la robótica sea educativa de verdad debemos aplicarla de forma transversal en todos los niveles, no como una disciplina. Sólo cuando la aplicamos de esta forma significa que la tenemos integrada y que la estamos utilizando de verdad.

Por ejemplo: las presentaciones digitales que hace unos años parecía que se tenían que aprender en tecnología, se estudiaban en clase de informática como un material más. Hoy, en todas las clases de distinta materia se utilizan las presentaciones como una herramienta. Ésta es la verdadera utilidad de las presentaciones, y lo mismo pasará con la robótica.

Eduard Muntaner

Ni curricular ni extraescolar, o las dos. Me explico: entiendo la robótica como una herramienta que se puede utilizar dentro de cualquier área del currículum. Encerrarla dentro de “tecnología” o “informática” o hacer una asignatura propia no me parece el camino más acertado, sobretodo en primaria. Es una herramienta transversal como un lápiz o un ordenador.

En secundaria puede ser que una asignatura como “Computer Science” (que englobe programación, robótica, electrónica digital, etc.) tenga más sentido. Pero robótica sola no sería mi apuesta.

En cuanto a los extraescolares, me parece perfecto que exista la robótica educativa, siempre que se la entienda como una herramienta para aprender a expresarnos creativamente con la tecnología (ser creadores en vez de consumidores). Si el objetivo es exclusivamente participar en competiciones o formar a los jóvenes en las supuestas habilidades del futuro, entonces me parece una visión corta de miras.

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