“Flip the classroom” significa dar la vuelta a la clase. Significa dar un giro de 180 grados al papel del alumno y del docente, pero también al objetivo que cumple la propia aula y el centro educativo.

Este nuevo modelo pedagógico se basa en que los estudiantes trabajen la teoría en casa, mediante vídeos y otros materiales preparados por el docente, para que el tiempo en clase se dedique a facilitar y potenciar procesos de adquisición y práctica de esos conocimientos. De esta forma, el profesor se transforma en orientador y facilitador del conocimiento y el alumno o alumna se convierte en protagonista de su propio aprendizaje, contribuyendo así a que éste sea más significativo.

Kristin Daniels, referente en este tipo de metodología, destaca la importancia de la flexibilidad en la misma: flexibilidad en el espacio, en la pedagogía y en la evaluación. Por ejemplo, para llevar a cabo este modelo, es necesario reorganizar el aula y adaptarla a las necesidades de los estudiantes, además de modificar el rol del docente y permitir que sean los propios alumnos los que se ayuden entre ellos.

Da la vuelta a tu clase con las TIC

Las nuevas tecnologías son, en gran parte, las que han permitido que hoy en día podamos estar planteando una metodología como Flipped Classroom. En plena era digital, la manera en que aprendemos ha sufrido un gran cambio, es evidente que ya no se aprende igual que hace unas décadas. La información se encuentra disponible, al alcance de cualquier persona y a un solo clic, por lo que el papel del centro educativo y la escuela debe ir más allá de facilitar el contenido teórico al alumnado.

¿Cuál es el papel de la tecnología en Flipped classroom? ¿Cómo pueden ayudarte entornos digitales como Edubook a implementarlo en tus clases? Estas son algunas de las claves a tener en cuenta:

  • Una de las principales ventajas de las nuevas tecnologías es que el alumnado puede trabajar la materia en cualquier momento y lugar desde su dispositivo móvil. Además, con Edubook no es necesario que estén conectados a internet mientras lo hacen, ya que, cuando vuelven a recuperar la conexión, se sincroniza automáticamente el trabajo realizado.
  • Mediante Edubook el docente puede adaptar el contenido según las necesidades de su alumnado, ya que puede personalizarlo añadiendo enlaces complementarios y anotaciones.
  • Los contenidos se presentan en diversos formatos, ya que el libro de texto se complementa con materiales multimedia, como imágenes, vídeos y animaciones. Esto permite hacer de los contenidos complejos algo más sencillo, facilitando que el alumno pueda trabajar la parte teórica de forma autónoma en casa.
  • Las actividades autocorrectivas pueden ser una gran ayuda, tanto para el docente como para el estudiante. Edubook cuenta con actividades que tienen corrección automática, que permitirán al alumno o alumna realizar desde casa las actividades a su ritmo, pudiendo repetir y probar las veces que sean necesarias.
  • No obstante, no debemos olvidar que la tecnología es una herramienta más, un nuevo elemento del que sacar partido y que facilita el aprendizaje, pero que por sí misma no tiene ningún valor. Como bien dice el docente Santiago Moll en su artículo, “La tecnología acompaña, no sustituye”.

¿Utilizas esta metodología en tus clases? ¿Te interesa empezar a hacerlo y no sabes cómo? Si quieres saber más sobre ello, te recomendamos el artículo 7 ideas para entender el modelo Flipped Classroom, de El Blog de Educación y TIC.

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